La vieja señora entró pronto por la mañana en la pequeña tienda de esquí. De techo bajo, la pared detrás del mostrador estaba saturada de viejas fotos de un esquiador y de docenas de recortes de periódico enmarcados, pero ya un poco amarillentos, que contrastaba fuertemente con el moderno material que se expone en la tienda... Eran fotos de su hijo, muerto en un accidente de descenso en la copa del mundo de Lake Placid en la temporada 79 con solo dieciocho años.
El joven Leonardo tenía todo un futuro por delante. Era el miembro más joven de la temida escuadra Italiana, donde nombres como Gross o Thoeni eran venerados.
Unos minutos más tarde, la vieja señora recibió a su primer cliente ese día. No era un habitual. Sus años de experiencia al frente de la tienda así lo atestiguaba. En vez de pasearse por la tienda, se quedó parado delante de los recortes de periódico leyéndolos uno por uno y fijándose en las fotos. ella lo miraba a la vez.
Cuando el extraño se giró, ella no le dio ni un segundo.
-Chera il mio figlio.
Pepe se quedó de piedra... había ido a comprar unas gafas, pues las suyas se habían roto en una buena galleta con el powder del día anterior, pero realmente se quedó impresionado por aquella afirmación delante del mini museo en memoria de un hijo fallecido.
A Pepe solo se le ocurrió decir - I'm sorry, Signora.
- ¿Quieres saber algo más de él?
- Por supuesto, pero mi italiano es muy limitado - contestó Pepe.
Se sentó en la silla que le señaló la vieja señora y se dispuso a escuchar en el viejo italiano de la señora, intentando comprender todas sus palabras.
Media hora más tarde salió de la tienda con sus gafas nuevas pero su cabeza puesta en la historia del joven Leonardo.
Un año después Pepe entró de nuevo en la vieja tienda con un envoltorio en la mano.
Se encontró con una chica que no era la vieja Signora de la pasada temporada. Ella hablaba bien inglés. Pepe le pidió por la señora y la chica le dijo que era su abuela y que la podría ver mañana que hoy no estaba en la tienda.
Pepe volvió la tarde siguiente con el paquete. Se lo entregó a la Signora, quien acompañada de su viejo marido y dos nietos más, abrió ceremoniosamente el envoltorio, del que salió un marco y en vez de una foto, una página de la wikipedia a color en la que se había resaltado el último párrafo del texto en negrita. Ese último párrafo lo había introducido Pepe en la wikipedia días después de dejar Gressoney.
La nieta tradujo lentamente y en voz alta palabra por palabra. Pepe iba viendo como los ojos de los padres de Leonardo se llenaban de lágrimas.
Un silencio después, la Signora dijo mirando fijamente a Pepe... - Qué feliz me has hecho dando vida a la memoria de mi hijo.
Cuando Pepe se despidió del padre dándole un silencioso apretón de manos, la mirada del viejo se quedó clavada en la mente de Pepe y nunca se le olvidaría el agradecimiento de sus ojos.
Si haces click aquí, podrás leer la historia de Leonardo y el último párrafo que es gracias a Pepe.
https://en.wikipedia.org/wiki/Leonardo_David