Cuando subían los primeros esquiadores a esquiar a Candanchú solo existía un pequeño refugio de piedra, en forma de túnel, no existían remontes mecánicos, luego se construiría un edificio como refugio de piedra, por parte de Montañeros de Aragón, después vendría el Hotel Somport y a continuación el Hotel Candanchú, que llevaba el sobrenombre de Hotel los Vascos, que fue en ese tiempo cuando se construyó el primer telesilla de la estación junto con una pequeña central eléctrica y la pequeña represa en el río Aragón, a la salida de Astún y justo en la curva de donde está el Puente de Santa Cristina. Esta Central eléctrica alimentaba el remonte y el Hotel Candanchú que era todo lo que había allí en aquellos entonces.
La Escuela Militar de Montaña de Jaca nació también en esa época, cuando se construyeron los primeros barracones militares en Candanchú, que eran de madera, luego se construyeron dos edificios grandes para las tropas que allí quedaban y tiempo después el edificio principal tan bonito que hay en la actualidad.
Este remonte se construyó cuando Candanchú era más pequeño de como lo conocemos actualmente. El tubo del Tobazo, donde vemos una pilona con la base hecha con grandes piedras (conocida como la pilona “Mayte”), era muy estrecho, apenas superaba los 40/50 metros de ancho (hoy día dobla esa distancia) existían unas piedras enormes a lo largo de las pistas que los esquiadores tenían que ir esquivando y que poco a poco fueron volatilizando los profesionales.
Se recuerda que cuando la nieve se iba deshaciendo poco a poco se pintaban las piedras de diferentes colores, para en la primavera saber cuales eran las primeras que tenían que volar con tacos de dinamita. Se volaban de manera selectiva, primero las primeras en pintar (lo sabían con los diferentes colores que habían ido utilizando) y así sucesivamente…
Volviendo a la Pilona Mayte, se hacía una especie de cuña grande de nieve justo delante de la pilona y de ese montón de piedras, para evitar accidentes entre los deportistas.
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