Muchos de ellos no conocían la nieve y menos se les hubiese ocurrido aprender a esquiar debido a sus discapacidades, sin embargo gracias a la Fundación Andes Mágico y a una semana de entrenamiento en Ski Portillo , hoy ya se pueden llamar verdaderos esquiadores.
Liderada por Mario Fernández, la Fundación trabaja en la integración y rehabilitación de niños con discapacidades físicas al aire libre, en un experiencia que contribuye a su independencia, al desarrollo de la personalidad, mejora el autoestima y también aporta en la rehabilitación de manera sana, entretenida y con mucho contacto social.
Este exitoso programa que se ha desarrollado desde 1999 en Ski Portillo , tuvo como beneficiarios a 15 niños de diversas organizaciones a lo largo del país, entre ellas: Fundación Luz, Instituto Teletón, Fundación Huilo Huilo, Instituto Antonio Vicente Mosquete de la Quinta Región y Fundación Jurique de San Pedro de Atacama.
Isidora Guzmán, niña símbolo de la Teletón 2011, se robó todas las miradas ya que pese a su corta edad y a la parálisis cerebral que sufre, terminó esquiando en pistas intermedias a gran velocidad: “Le supliqué a mi mamá que buscara cómo esquiar y encontró la fundación perfecta. Aprendí muy rápido y aunque igual me da cosa esquiar, ya me deslicé por pistas muy buenas. Mi mamá se sorprende de mí y yo quiero seguir aprendiendo porque es rica la sensación de esquiar”, señaló.
Omar Jeldes, instructor de Ski Portillo, trabajó toda la semana con Isidora también sorprendido por su estabilidad, coordinación y actitud positiva. Agregó que esta iniciativa termina contagiando a todo el mundo en el centro de ski con un espíritu de integración y fuerza para enfrentar la vida.
Andes Mágico ha beneficiado a más de 400 niños a lo largo de su historia y ha capacitado a más de 100 trabajadores de Ski Portillo para que puedan brindar la atención especial que los niños necesitan. También se ha unido la Escuela de Instructores de Ski de Chile y profesores de Ski de otros Centros, quiénes colaboran con difundir los conocimientos a nivel nacional. Su objetivo es mantener el programa en el tiempo, integrando en el futuro mediciones formales del impacto en el proceso de rehabilitación.
Una de las grandes inspiraciones para los niños participantes ha sido su instructor Cristián Diaz, que tras sufrir un accidente en automóvil, quedó parapléjico y aún así decidió continuar con su pasión por el ski. Hoy Cristián se desliza en un monoski, una silla especial en la que lleva esquiando más de 10 años, por eso con su experiencia fue convocado por la Fundación para que aportara todos sus conocimientos: “Me encanta la montaña y tener la posibilidad de conocer a niños con otras discapacidades ha sido increíble, hemos compartido dentro y fuera de la pista en una experiencia inolvidable”, agregó.
También participaron adolescentes con discapacidad visual. Sara Lara viene de la quinta región y es su segunda vez que participa de esta iniciativa en Portillo, para ella sin duda la gran satisfacción es la independencia que logra en esta semana, además de la convivencia con otros niños del grupo: “He vencido muchos miedos durante estos días.Al no tener visión uno se siente mareado o desorientado al esquiar, pero siento que lo he superado gracias a mi profesora que me da toda la confianza y a mis compañeros que me animan”, señaló.
“Hace más de diez años trabajamos con la fundación Andes Mágico y nos sentimos orgullosos de seguir desarrollando este programa tanto en invierno como en verano. Lograr que disfruten en la montaña y que se conviertan en esquiadores es una experiencia única para todos. Ellos nos demuestran que siempre se puede salir adelante y que no hay imposibles”, señala Miguel Purcell, Gerente General de Ski Portillo. Purcell agrega que este programa fue la inspiración para tener siempre profesores y equipos disponibles para discapacitados en el centro de esquí, así durante toda la temporada, reciben a chilenos y extranjeros con capacidades especiales que pueden disfrutar del deporte blanco.
La Escuela Militar también participó de esta jornada colaborando con instructores para los niños y trayendo a uno de sus miembros Javier Díaz Sandoval, quién tras un accidente laboral quedó con una lesión medular. Hace dos años aprendió a esquiar y cree que ser parte de esta actividad lo motiva al máximo, sólo por ver la fuerza y coraje de los más pequeños.
El gran objetivo de la Fundación Andes Mágico es seguir uniendo Chile a través del esquí por lo que para el próximo año tienen como misión invitar a niños de Isla de Pascua y su Fundación Piri Nui para que sean parte de esta gran iniciativa.