Corría el año 2.018, y lo que parecía ser el comienzo de uno de los hitos más esperados en el mundo de los deportes de invierno en Argentina, al menos en lo que va del siglo, se veía postergado sin fecha cierta. El plan de inversiones propuesto por Catedral Alta Patagonia para su concesión del Cerro Catedral, en cercanías de la ciudad de Bariloche, tendría que esperar.
Haciendo un poco de historia en unas cuántas líneas (no es el propósito de este artículo), recordemos que la empresa Catedral Alta Patagonia S. A. tiene la concesión del Cerro Catedral hasta el año 2.026. En 2.018 se había convenido con la municipalidad de San Carlos de Bariloche, el estamento gubernamental de aplicación de la concesión, una prórroga de esta hasta el año 2.056. No exento de polémicas desde lo político, económico y social, este acuerdo dio lugar a la interposición de diversas acciones judiciales que culminaron en el dictado de una medida de no innovar por parte de la justicia de la provincia de Río Negro. A mediados de Mayo pasado, esta medida judicial fue levantada, posibilitando así la firma de la prórroga del contrato de concesión.
Así las cosas, comienzan a correr los plazos para la concresión de las obras previstas, que darán nuevos aires al emblemático cerro. En estas líneas damos un repaso de en qué consistirán estas obras, y cómo quedará en un futuro cercano "la catedral del esquí en Argentina".
Esta es la configuaración actual de la montaña:
Los responsables de Cerro identifican aspectos fundamentales a mejorar con las nuevas obras:
- Debido al cambio climático que ha experimentado el planeta, el tercio inferior del cerro sufre durante buena parte de la temporada invernal de falta de nieve. Esto imposibilita que se pueda retornar esquiando hasta la base.
- Por esto y a las condiciones abruptas del terreno en el tercio medio de la montaña, los sectores superior e inferior no están natural y fluidamente integrados para la práctica del esquí.
- En horarios pico se generan "cuellos de botella" en los accesos mecánicos al área esquiable, encontrando a veces grandes congestiones de esquiadores en la silla Séxtuple y la telecabina Amancay.
- La zona Sur de la montaña es la que cuenta con mejores posibilidades de optimización de sus trazados esquiables, ya que la silla Nubes suele tener interrupciones en su funcionamiento por fuertes vientos.
El plan de inversiones prevee:
Medios de elevación:
- La antigua silla "Princesa I" se verá acortada en su recorrido, aprovechándose así para servir a pistas de principiantes.
- Paralela a esta se montará, con idéntico recorrido al que hasta hoy tiene Princesa I, una nueva telesilla séxtuple desembragable.
- Se desmontará la silla "Princesa II", colocándose en su lugar y con idéntico recorrido, una cuádruple desembragable.
- Se instalará una nueva telesilla, cuádruple de pinza fija, desde el retorno de la nueva Princesa II hasta la zona denominada "La Garganta", aproximadamente a mitad de camino entre la actual Princesa III (queda como hasta ahora) y Nubes. La estación de llegada de este nuevo medio de elevación está prevista por debajo del nivel del filo de la montaña o pista "Panorámica". Se espera así que esté más protegida del viento, permitiendo su operación en circunstancias en las que, por ejemplo, "Nubes" debe ser detenida.
- Desaparece el actual "Poma del Centro". En su lugar se intalará, con mayor recorrido, la actual silla "Princesa II", eliminando así una barrera artificial que quitaba fluidez de desplazamiento a nivel del suelo.
Con estas inversiones la capacidad de ascenso a través de los remontes mecánicos se verá mejorada de manera palpable, como así también el acceso a sectores de la montaña subocupados hasta el momento.
Pistas:
Además de la mejora en diversos trazados existentes, la "joya de la montaña" será la nueva pista considerada columna vertebral del Cerro Catedral, y que posibilitará la tan buscada conexión fluida cumbre - base, a través de una superficie esquiable toda la temporada.
La pista nacerá en cercanías de la estación de retorno de la nueva silla cuádruple de pinza fija, en el sector denominado "La Garganta", y serpenteará por toda la montaña pasando por los sectores "Conexión", estación de salida silla "La Hoya" y "Plaza", llegando a la base en cercanías de la actual silla "Sextuple".
Parte del desafío es lograr que sea una pista accesible (Azul) para la mayoría de los esquiadores, por lo que los movimientos de suelo, fundamentalmente en el tercio medio de la montaña serán de importancia.
Sistemas de innivación:
Para que el sueño de bajar esquiando hasta la base durante toda la temporada se vea plasmado, el plan de obras plantea la instalación de un importante sistema de innivación artificial. Se planea almacenar agua en un gran reservóreo carcano a la base sobre el sector norte de la concesión. El área fundamental a dotar de nieve artificial en esta etapa será la de la nueva pista, desde el sector "Plaza" hasta la base, a la vez que mejorar la capacidad de fabricación en la base misma.
En general, a decir de expertos en el tema, las obras necesarias previstas para innivar los sectores descriptos están sobredimensionadas. Nada dicen al respecto las autoridades de la empresa, pero puede concluirse que concluída esta primera etapa, la red de cañoñes de nieve se verá ampliada también a otros sectores.
Desarrollo inmobiliario:
Fue uno de los temas más polémicos que se generaron con relación a la extensión de la concesión del cerro. No parece ser prioritario para la empresa en esta primera etapa, aunque con relación a la concesión original actualmente vigente se cambiaron y disminuyeron en superficies las zonas de posible intervención.
El futuro, plazos:
Catedral Alta Patagonia manifiesta contar en reserva la totalidad del capital necesario para encarar obras de la embergadura de las descriptas, aproximadamente unos 22 millones de dólares, por lo que el plan de modernización y refuncionalización estaría asegurado.
Algunos trabajos preliminares ya se están realizando. El próximo objetivo pasa por culminar los procesos de aprobaciones municipales y provinciales del proyecto.
El fabricante seleccionado para la adquisición de los medios de elevación, el grupo Poma, determina un plazo de entrega de 18 meses aproximadamente luego de realizada la nota de pedido. Así, todo hace suponer que para la temporada 2.023 o 2.024 el proyecto en su totalidad pasará a ser una largamente anhelada realidad.