No obstante las perspectivas, los entusiastas esquiadores se hicieron presente en interesante número.
Desde la base el panorama se veía sombrío.
No obstante nuestra primera impresión, el "Camino Escuela", que lleva desde la cota media a la base, estaba en muy buenas condiciones.
A la llegada de la primera telesilla, "Pircas", se veía el bowl "San Antonio": la perspectiva pasaba a ser muy diferente.
Y llegando a la cota superior del resort, "Punta Guanaco" (a través de la telesilla homónima) podíamos ver a la derecha las pistas "Valle Azul I, II y III. Ahora sí, podíamos estar seguros que el día se disfrutaría a pleno.
Las condiciones que encontramos ya en pistas fueron sencillamente fantásticas.
Nos habían comentado que Penitentes había contratado a un nuevo maquinista para operar su "Pisten Bully" (pisapistas) con malacate. El tratado de pistas, que puede observarse en las fotos superiores, nos pareció excelente, impresión que no habíamos tenido en oportunidades anteriores.
Después... en fin. El medio de enlace entre la salida de las pistas "Valle Azul" y la silla "Punta Guanaco" (utilizada para volver a la base y disfrutar nuevamente de estas pistas o de "San Antonio") se detuvo. ¿Habría que caminar los 400 mentros que separan una de otra?. Por suerte no. El resort organizó un sistema de traslado de emergencia, utilizando un snowcat y un fourtrack para, mediante una soga de la que se tomaban los esquiadores, salvar la distancia aunque con demoras.
Después vino la pausa para el almuerzo y a seguir disfrutando de un estado de pistas que nunca dejó de ser más que satisfactorio.
El calor golpea. Penitentes resiste... ¡y cómo!.