I KDD argentina - Dias 6, 7 y 8 - Cerro Catedral
Para quienes hacíamos el trayecto "corto" teníamos unos mil kilómetros y trece horas de viaje. A pesar de ello, el viaje transcurrió con tranquilidad, usando muchas horas para descansar.
Ibamos dejando atrás las provincias de Mendoza y de Neuquén, cuyos paisajes son áridos, casi desérticos. Y nos acercábamos a Bariloche, y a la zona famosa por sus lagos y sus paisajes.
Comentario de Blankanieves:En dos adjetivos lagos infinitos y montañas nevadas.. esquí y windsurf y temperaturas amables todo el año.. un buen sitio para vivir
Una vez en Bariloche, un taxi nos llevó a nuestro alojamiento cerca de la estación, a unos 20 km de la ciudad. Una copiosa nevada nos recibía. Tan pronto como pudimos dejar el equipaje, nos calzamos los pantalones de esquí y nos fuimos a recorrer la base.
Hicimos una parada para recuperar la temperatura corporal y nos tomamos un "submarino" en el restaurante del hotel Knapp. El submarino es un vaso de leche bien caliente y una porción de chocolate, que uno debe sumergir.
Mientras continuaba nevando, emprendimos la vuelta al alojamiento, para cenar y descansar pensando en el día siguiente.
La mañana del miércoles 17 de agosto nos recibió con un cielo con intervalos nubosos y con el sol mostrándose de a ratos. Pero el verdadero espectáculo no estaba en el cielo, sino en el resultado de la nevada.
Estábamos alojados a unos 400 metros de los remontes, y en el camino hacia las taquillas veíamos que la nieve estaba por todas partes.
Luego de comprar el forfait (110€ por tres días), subimos a la telesilla Séxtuple Express, el primer remonte desembragable desde que comenzamos el tour.
Las vistas desde la telesilla eran espectaculares!
Comentario de Blankanieves:Recuerdo las mariposas en el estómago, y la abierta sonrisa de Pablo.. ya habíamos tenido powder en Las Leñas.. pero el ver todo sin pisar.. montañas de seda blanca, qué suerte hemos tenido.
La Séxtuple nos dejó en la cota 1.600, de allí bajamos unos metros hasta el telesilla Punta Nevada, uno de los puntos más altos de la estación. Al llegar, una pareja de cóndores nos recibía, deseándonos una buena esquiada.
Luego de varias bajadas muy divertidas por la zona central, donde era difícil saber qué era pista y qué era fuera de pista debido a la cantidad de nieve polvo, decidimos recorrer El Filo, una pista roja que nos llevó hacia la parte norte de la estación.
Comentario de Blankanieves:En realidad es que no habían pisado apenas algunas pistas.. fue un día de powder en pista
En la parte norte se encuentran las sillas Cóndor I, II y III, que llegan a la llamada Piedra del Cóndor.
Después llegó la hora de comer y nos fuimos al centro comercial ubicado en la salida de Séxtuple. La oferta no es muy variada, pero se podían elegir sándwichs de varios tipos y algunos platos. Con bebida incluída, entre 10 y 12€.
Por la tarde, el viento se sentía un poco más, por lo que Dante quiso probar su nueva equipación. Y, luego de algunas bajadas, volvimos al alojamiento.
La mañana siguiente el sol se hizo presente en todo su esplendor. En vez de comenzar por la parte central, Blankanieves y yo fuimos hacia la zona sur, que había estado cerrada el día anterior. Y el estado de la nieve era aún excelente.
Comentario de Blankanieves: para mi sorpresa todavía palas por petar.. y algunos que querían más se iban a hacer un itinerario por detrás de la estación con retorno.. Esta estación con nieve es muy divertida, desde iniciación hasta nivel alto. No para expertos que piden canales, pero aun así vimos voladas de más de 20 metros desde la silla.. parecia que el rider iba a tocar nuestra silla
Subimos por la telecabina Amancay para luego enlazar con el telesilla Diente de Caballo, bajando por la pista 2000. Al final de esta pista es posible volver a subir el telesilla o seguir la bajada por la pista Luipe hasta el telesilla Del Bosque.
La pista Luipe no estaba habilitada, aunque la silla Del Bosque había comenzado a funcionar. Me acerqué a personal de la estación que estaban hablando via walkie talkie y les pregunté si la pista se iba a habilitar. Me dijeron que todavía no habían recibido la orden. Sin mucha preoupación, me di vuelta para dirigirme de nuevo al telesilla cuando por la radio les informan que podían abrir la pista. Media vuelta y, para abajo.
Al llegar al telesilla Del Bosque, vemos que el camino que continua hacia abajo, también llamado Del Bosque, estaba aún cerrado. Subimos a la silla y vemos aún rastros del paquetón en el hueco hecho a pala para permitir el funcionamiento de la silla.
La pista Luipe tenía un pisado muy, pero que muy extraño. Estaba hecho como en secciones y, entre sección y sección, habían dejado unos escalones de unos 10 o 15cm. Incluso en algunos sitios la huella del pisado de la máquina se mezclaba con otra formando cruces extraños.
La vista desde la llegada de la silla son espectaculares.
Una vez recorrido este pequeño pero bonito sector, recorrimos el centro para encontrarnos con Dante y Víctor. Nosotros llevábamos a Camila, una chica a la que conocimos en el autobús de Mendoza que, como estaba esquiando sola, se vino con nosotros.
Ya los cinco reunidos, nos decantamos por la zona de Militares. La llegada a esta zona discurre por el camino ABC Norte, un camino boscoso aluncinante.
En la salida de la silla hay un punto de restauración abandonado, donde pudimos comprobar la acumulación de nieve de los últimos días.
Luego volvimos a la zona de El Filo, donde nos hicimos la foto con la bandera, que no nos quedó muy bien colocada. De todas formas, el espíritu de la KDD no se vió afectado por un error de direccionamiento.
El día de esquí terminó pronto, porque teníamos una invitación especial. Camila se ofreció a cocinarnos trucha de la región, por lo que bajamos hasta la ciudad de San Carlos de Bariloche y mientras Camila y su hermano compraban las truchas, Blankanieves y yo comprábamos algunas cosas en el supermercado y hacíamos algo de turisteo.
De vuelta en el alojamiento, disfrutamos de una deliciosa cena y quedamos satisfechos, tras cumplir las tres prioridades de la KDD, primero el esquí, segundo la comida y tercero la bebida (y cuarto, todo lo demás).
Llegó el viernes, nuestro tercer dia de esquí en el Cerro Catedral, y el sol nuevamente fue el protagonista. Comenzamos, igual que el día anterior, por la zona del Diente de Caballo.
El sol y las altas temperaturas habían afectado bastante al estado de la nieve. Hicimos un intento de bajar por una pista negra que estaba cerrada, Amancay, pero la cantidad de piedras hizo el trayecto un poco incómodo.
Al llegar al primer cruce con el camino Del Bosque nos dimos cuenta del por qué del cierre. Tuvimos que bajar el último tramo sobre la tierra pelada.
Continuamos nuestras bajadas por la zona central y luego por Militares, para terminar el día en la zona de Piedra del Cóndor, donde el equipo juvenil del Club Andino Bariloche estaba entrenando.
Volvimos a la base por el camino ABC Norte y notamos con desagrado que las piedras ya se dejan ver. Decidimos terminar nuestro día y comenzar los preparativos para el día siguiente. Alquilamos un coche y fuimos a visitar la estación de esquí vecina, Cerro Bayo, próxima a la población de Villa La Angostura.
Pero antes, nos esperaba otro plato especial. Blankanieves nos preparó paella para cenar!
Comentario de Blankanieves: Yo hice lo que pude con ollas en vez de paellera, y materia prima no adecuada.. aún así se podía comer. Los mendocinos la encontraron buena!! Madre mía.. si comen una paella buena lloran de emoción. Yo casi les mato con la mirada cuando me sugirieron meterle alcachofas y mejillones de lata.. DE LATA!!