Llegaron las lluvias, y con ellas un deseo incondicional de todos los amantes de la nieve de ver en los noticieros las primeras nevadas de la temporada. Aunque sabemos que quedan escasos 3 meses, que se hacen eternos, podemos empezar a sacar el óxido a la vez que el polvo de todo lo que envuelve la práctica de este deporte.
1-Prepararse físicamente; ya se sabe, a mejor condición física, más podremos disfrutar de las pistas, y no será nuestra condición sino nuestra voluntad la que determine cuántas bajadas realizar o a qué ritmo. Es por esto que empezar a salir en bicicleta, a correr o pasear a ritmo de trote por la playa a la vez que realizar estiramientos van a empezar a calendar articulaciones y músculos. En los próximos días voy a publicar material para poder adaptar nuestra condición física al invierno.
Fotografia realizada por Photoset.
2-Marcarse objetivos. ¿Dónde nos quedamos la temporada pasada? Conseguí bajar por aquella pista que siempre he querido hacer, me atrevo a bajar por nieve virgen o bien quiero mejorar mi esquí aéreo. Tomar conciencia de aquello que hacíamos cómo de aquello que queramos hacer es básico para afrontar los retos de la siguiente temporada.
Fotografia realizada por Lídia Riudor.
3-Revisar el material. Mis esquís y botas están bien! Pero no les puse cera antes de acabar temporada, o bien el botín está deformado por no haberlas dejado cerradas.. Hay pequeños detalles, que pueden llevarnos a sobreesforzarnos en la nieve, y con ello, ser menos efectivos. Vale la pena empezar a revisar las suelas, a la vez que ver si nuestro material está desfasado (por ejemplo, que el nervio del esquí ya no sea el mismo, cómo que nuestras botas están blandas y por lo tanto no transmitamos tan bien la fuerza hacia los esquís).
Es por esto que, mediante estás 3 claves, prepararse físicamente, concienciar-se y revisar el material podremos empezar a estar a punto. Empezamos ya la pretemporada 2015-2016 con más artículos y material útil sobre la nieve.
Gerard Rosell.