Que calzado de montaña comprarían mis pies si yo les diera a escoger..??
Para hoy en realidad os tenía preparado un articulillo sobre la nieve: qué es, qué utilidades tiene... una cosa como muy curiosa en la que todos podíais opinar; algo así como interactivo, porque como no me contáis nada, pues me he dicho: a ver si los “pico” un poco y me dicen algo que si no sólo hablo yo...
Total que en éstas estaba, pero después del “paseo” mencionado me ha parecido que empieza a ser demasiado tarde para andar con estos temas casi invernales y que nada, que la llamada de la primavera se impone!
Así que he decidido guardar el artículo sobre la nieve para cuando llegue el invierno, (si seguís sin comentar nada sobre lo que escribo, supongo que que ya me habrán echado antes...es broma)
Al final voy a empezar otra pequeña serie en la que “vamos..." a comentar cosas sobre montaña y salud.
Pues sí, es típico ver cómo una serie de lesiones se repiten siempre en las mismas circunstancias. Por ejemplo: empieza la temporada, cojo la mochila y me voy con mi chica al monte...al pico Collarada, pongamos, que lo veo yo por la ventana, total que me pego la paliza de mi vida (porque mi chica iba en bicicleta y yo andando... es broma!) me salen rozaduras de las botas nuevas, se me cargan las piernas, se me carga la espalda porque la mochila también era nueva y no estaba bien ajustada, y me paso una semana cojeando y acordándome de toda la familia del pico en cuestión (Collarada, Collaradeta, Punta Espata,...).
Bueno pues para evitar todo este tipo de problemas y que la próxima vez que suba a la Puuuu... nta Collarada no me pase nada, empezamos esta serie que trata de algo así como el confort y la montaña: dos ideas reconciliables!
Lo primero que voy a tratar por seguir un orden lógico, es el tema del calzado. Antes llevábamos unas botas de montaña enormes para hacer cosas que tampoco eran para tanto, recuerdo las Kamet Profesional que calzaba y adoraba en mi adolescencia, abultaban más que yo, te tirabas por las predreras como si llevaras botas de esquí. Eran un tanque!!!.
Cada vez se ha ido evolucionando más hacia una bota más sencilla, más ergonómica y biomecánicamente hablando mejor concebida. Son más ligeras y cómodas. Bien, está muy bien. Pero yo quiero ir aún más allá...
La bota en el fondo no es más que un elemento artificial, una “ortesis” (algo así como un collarín) que protege el pie y tobillo de posibles lesiones, es decir que si lo protejo mucho con-siempre-más-bota-de-lo-que-toca pues lo que va a ocurrir es que el pie y el tobillo se van a volver vagos y no van a trabajar nada con la excusa de que ya está ahí la bota.
Dicho de otra manera, es básico que la musculatura de pie y pantorrilla trabaje porque es así como se fortalece y se vuelve resistente para posteriores actividades deportivas. La función crea el órgano...
Si voy siempre con una bota de trekking, hasta para andar por una senda del fondo del Valle de Ordesa, lo que va a ocurrir es que el día que no lleve la bota me voy a hacer un esquince con un agujerito del césped de la piscina!
Acordaos del calzado de trekking de caña baja, tipo zapato, que para muchas de las cosas que hacemos es más que suficiente! Además están las sandalias-super, sandalias para andar por el monte que hacen ahora. Yo particularmente cada vez las uso más. Llevo unas grises, la marca empieza por T... que son virgueras, su agarre es fabuloso, no parecen sandalias, se ajustan con tiras en cruz y velcros y vas muy seguro. La suela es francamente buena y doy fe que las he utilizado durante una temporada entera como guía de barrancos y ahí están... Encima el pie transpira... ¿para qué quieres más?
No, no se trata de que vayáis a ir ahora a subir al Monte Perdido cruzando los neveros con sandalias... Apelo a vuestra lógica y sentido común, please. Que si no cuando llegue el helicóptero, va alguno a decir: “no, que es que dijo el chico éste que con sandalias se iba mejor”.
Pero eso sí recordad que casi todos tenemos tendencia a ir “sobrecalzados” en algunas circunstancias. En caso de duda, tirad siempre un poco hacia calzado más bajo y menos armado (eso sí cuanto más técnico sea mejor) que es el que va a permitir que la propiocepción y la musculatura se estimulen y se desarrollen. Vuestra salud os lo agradecerá a la larga. La sensación psicológica de seguridad-confianza en vuestra pisada también va a mejorar. Además el contacto con el medio será más directo, estaremos más cerca de la montaña...
Cuántas veces habés visto a un pastor hacerse un esguince de tobillo corriendo por un sembrado?? Pues ahora mirad el calzado que llevan. Durante años ha sido normal verlos con las chirucas de tela de toda la vida que eran super blandas y una vez que uno se acostumbra pues a tirar millas!
Bueno pues lo dejamos por hoy. Segimos el próximo lunes.
Un abrazo amigos.
Carlos Marcos