Era la segunda vez que acudíamos aquí después de la Pandemia, y la idea surgió de las ganas de ‘remontar’ aquella temporada de nieve 2020-2021 ‘inexistente’ . Un año después , lo que empezó como un ‘revanchismo’ por intentar recuperar algunas de las sensaciones de nieve que la Pandemia nos quitó, ahora se torna en un ‘clasico’ fin de temporada para este club.
La idea original era llegar viernes por la tarde, ascender a pernoctar durante dos días en el refugio de La Renclusa (2124m) , con el fin de atacar la cima del Aneto. Partíamos con buenas condiciones de nieve y temperatura , pues veníamos de una primavera abundante en lluvias y nieves en el arco mediterráneo , y además con buenas perspectivas en el manto nivoso, ya que , como pudimos comprobar el manto de nieve era contínuo desde el mismo refugio de La Renclusa.
Muy diferente fue el panorama comparado con el año 2021, donde la continuidad del manto nivoso empezaba sobre los 2300m aproximadamente, con lo cual éste era el año … Poder subir al menos hasta Portillones y allí, decidir si atacar al majestuso pico del Aneto, o atacar la enorme pala del macizo de la Maladeta, para al menos llegar a la antecima para así iniciar de lo que comentan que es el mejor descenso freeride del Pirineo en esta época del año.
El sábado pintaba bien, buena temperatura, había estado nevisqueando la noche anterior, al menos en la cota del refugio y arriba se dejaba entrever que hacía frío y una ligera capita de powder fresco , así que había ganas de coronar., y como no, ¡¡ Muchísimas ganas de hacer el último gran descenso de la temporada !!
Después de pasar una calurosa velada durante la cena con el grupo de los Gatos del Pirineo y Cabras del Pirineo, compartiendo anécdotas de montaña, risas, chanzas y jolgorio en general, se notaba la ilusión y las ganas de pasar un buen rato de actividad de alta montaña, no sabíamos hasta donde llegaríamos, pues no pintaba cielos despejados, y las cimas se veían a ratos envueltas por un velo blanco de niebla, pero había que subir y por supuesto, descender disfrutando.
El año pasado, intenté subir y digo ‘intenté’ pero tuve que abandonar a cota 2350m, ya que me estrenaba con una splitboard antigua, junto con una mala técnica de principiante, mal material, focas que no traccionaban haciendo que cada giro en las ‘Zetas’ fuera un auténtico suplicio, pero esta vez, en el segundo intento tenía claro el objetivo : Ascender al menos hasta Portillón Superior y de ahí a la Maladeta, ya que en mi caso ; ví que no era factible coronar el Aneto por dos motivos, primero para bajar con splitboard hasta el Portillón superior, cosa distinta hubiera sido descender a Aigualluts, pero ése no era el plan de ambos grupos, y segundo el mal tiempo, con nula visibilidad arriba., factores que no invitaban a realizar el ascenso a la segunda cumbre de la península ibérica.
Así que ,aprendida la lección del año pasado, estrenaba una tabla de fabricación nacional. Ascendiendo empezaron los primeros problemas, las focas a pesar de tener 5 usos no me traccionaban en pendientes pronunciadas, cosa que solventé primero obligando a plantar más las tablas y segundo con las cuchillas Ibex. A partir de ahí, el ascenso fluido y constante y sin problemas de tracción , me supieron a gloria, con lo cual fuí cómodo ascendiendo con buen ritmo y zancada firme y segura, así sí… Ya me veía seguro en la montaña y capaz al menos de llegar a Portillón Superior .
Richard, que agradezco enormemente por organizar esta gran salida de montaña, me dió unos sabios consejos para ascender con seguridad, siempre se agradece la experiencia de los demás, y más , cuando estás en un entorno tan hostil como es la alta montaña.
Una vez alcanzado el primer objetivo, el grupo de dividió y tomaron la decisión de continuar hacia el Aneto, pero en mi mente tenía otro objetivo, que desde mi punto de vista era más factible y disfrutón : La Maladeta.
Así que me esperé al resto del grupo y, mi compañera Jeni, splitboarder, tomó la decisión de acompañarme a hacer el descenso de La Maladeta, y así continuamos los dos,ascendiendo y disfrutando lo que quedaba de trayecto.
Así que , paradita a almorzar, para hidratar y recobrar energías para el último empujón final, estábamos a una cota de 2800m , Y nos quedaba poco más de 1km para llegar a la máxima a los pies del pico Maladeta cota 3170m.
Terminamos de almorzar, y seguimos ascendiendo, vigilando que Dios Eolo soplara y nos concediera una ventana de sol, para poder realizar la fabulosa bajada desde arriba, con más de 1000m de desnivel, hasta el refugio… ¿ Tendríamos esa concesión ? Dá igual, estábamos allí arriba , y estábamos convencidos que con sol o sin él, iba a ser una bajada fabulosa, gracias al estado fabuloso de la nieve que se dejaba catar a partir de cota 2800m .
Poco a poco, zancada a zancada seguíamos ganando metros verticales, para llegar al ansiado Portillón Superior.
A esta altura, la pala del glaciar se suaviza algo, debido al volumen de la lengua de hielo y la nieve acumulada de la temporada, pero la pendiente suele estar en torno al 20-30% la mayoría del trayecto.
Nos quedaban apenas 200m de desnivel para llegar a la base de la cima, ya teníamos ganas después de 4h de travesía tranquila. Hacía frío, pero sin aire, pero ilusionados de llegar allí arriba, poner la tabla en modo descenso y marcarnos el súper bajadón hacia el refugio, … Las cervezas fresquitas nos esperaban 1100m más abajo.
Ya lo teníamos , veíamos la hilera humana ascendiendo por el canal de la Maladeta, como no teníamos cuerda , decidimos no subir, además tampoco el tiempo nubo invitaba a ello, por lo que decidimos echar unas fotos, poner las tablas en modo descenso y descender por el banco de niebla, rezando que la nube se disipara…
Fijaciones colocadas, preparados para descender… Pero no íbamos a tener suerte, la nube estaba entrancada en la base, así que el primer tramo de 200m de D- lo bajamos con cautela y practicamente en mi caso , de talones, no lo conocía y quería asegurar, ya que era mi primer gran descenso con mi Mendiboard BackCountry, y también he de decirlo, soy cauto y tengo un nivel medio-bajo de snow, suficiente para pistas (rojas y alguna negra) pero sí acostumbrado al hielo que tenemos tan habitualmente en las zonas de Javalambre y Valdelinares, zonas en la que hago temporada local, por su cercanía a la capital del Turia.
Jeni , es una gran compañera,tiene una gran experiencia y es una gran snowboarder, y pronto será una gran monitora de snowboard en las estaciones de nieve de Teruel. . Con ella me estrené en abril de 2018 en el mundo de la travesía, en una gran nevada tardía de la Sierra de Javalambre, cuando ascendíamos con la tabla enganchada a la espalda y lo hacíamos con raquetas … O algunos con coladores de fregar cacharros …. Pero eso es otra historia.
Tuvimos la suerte que al final a cota 3000m aproximadamente, la nube se disipó, pudiendo bajar por la enorme pala abriendo los giros , para poder hacer un descenso más largo.
Incluso nos cogimos la licencia de jugar en el tubo del barranco de la Maladeta, pero ojo, por debajo discurre un gran río, que arrastra todo el caudal del deshielo, y de hecho se podía escuchar el sonido del agua.
Bajamos siguiendo la izquierda, por las lomas del margen izquierdo del barranco de la Maladeta, para cruzarlo a cota alta, y evitar la parte de nieve blanda. De hecho , ha habido casos de gente arrastrada por el caudal, al haber caido en un agujero, no era momento de arriesgarse así que en lugar de dirigirnos al ibón de La Renclusa, viramos hacia el refugio atravesando el barranco en cota alta.
La bajada , se puede hacer más larga abriendo más los giros, surcando las pequeñas colinas, aún así tendréis más de 4km contínuos de bajada si sois pacientes y no os dejáis llevar por las ansias.
Y así terminó el fin de semana, todo un clásico ya, gran refugio, grandes compañeros y sobretodo una gran experiencia humana en un entorno de alta montaña. Agradecer a Richard de Gatos del Pirineo, una vez más por organizar tan magnífico encuentro.
Esperemos repetir el año que viene.
¡¡ Nos vemos en las montañas !!