Madrileños, así esquiamos en Asturias
Bueno, lo admito: condiciones así no las tenemos todos los días. Ni todos los años. Ni todas las décadas. Esto es igual de excepcional que lo de la Meseta, aunque la gran nevada ha sido anterior a la que afectó a lo que llamamos el Sur de España (o sea, de León para abajo).
En la Cordillera Cantábrica, las buenas nevadas no son nada inusuales y podemos disfrutar de bajadas en nieve polvo con cierta frecuencia (aunque desearíamos más). Lo que no es normal es que esto pase en las sierras costeras, cerca del Mar Cantábrico. Aquí, las condiciones de humedad y temperatura son poco favorables y normalmente la poca nieve que cae dura un día, con suerte dos.
Por este motivo, poder esquiar en la Sierra del Sueve, en unas de las montañas de más de 1000 m de altitud situada más cerca del mar, es algo muy especial a la vez que complicado. Suele pasar cada varios años, con un buen porteo hasta llegar a la nieve y luego con bajaditas cortas esquivando rocas, puesto que los espesores de nieve suelen ser muy escasos.
Esta vez ha sido muy distinto: nieve fría y ligera como en los Alpes a 3000 metros y con un desnivel esquiable más que decente. Pero sobre todo ha durado varios días. Increíble. Esto había que grabarlo, porque seguramente en unos años será difícil creer que realmente tuvimos estas condiciones tan excepcionales.
¡Maravilloso Sueve!