Grandvalira desde el hielo, la nieve y la primavera
El sábado empezó con un tiempo un poco movido, nevadas intermitentes y poca visibilidad hasta las 12 de la tarde. Tuvimos 3 horas de sol más que merecidas que las disfrutamos al máximo.
TSD4 Antenes a punto de bajar por la pista negra Taupes
Cuándo bajamos por el Funicamp hacia las 16 de la tarde, se volvió a cubrir el cielo de nubes y dejó algunos instantes de buenas nevadas en todos los puntos de la estación. Y es que el primer día terminamos relativamente temprano puesto que habíamos contratado una cena para dos en el Hotel Iglú de Grau Roig y... como os mostraré ahora, fue simplemente ESPECTACULAR.
Nos citaron a las 19 de la tarde junto a la escuela de esquí de Grau Roig i nos reunieron a todos en una sala con vistas a las pistas donde nos obsequiaron con copas de cava y donde decidimos el menú que iríamos a tomar luego. Una vez llegados todos los presentes, nos preparamos a subir hasta el Hotel Iglú, a unos 2300 metros de altitud. ¿Cómo hacerlo? De la forma más original.
Y aunque no lo creais, ni nosotros mismos lo creíamos allí dentro, en la retrac llegamos a caber 20 personas más el conductor. La sensación subiendo la pista y descencdiéndola fue realmente fantástica.
Y llegamos hasta el Hotel Iglú.
La sensación de tener la estación a nuestros pies y la montaña únicamente para los allí presentes, era y todavía lo es, muy complicado de describir.
Atardeceres de ensueño, paz, tranquilidad y mucha mucha nieve.
Nos hicieron una visita guiada por dentro del Hotel Iglú y me fascinó la cantidad de trabajo que hay en el interior tanto en estructura como en el acabado de todos los detalles.
Y, aún estando ya en Abril, cuándo se fue el sol empezó a refrescar cayendo la temperatura por debajo de los -5 grados sobre las 20:00 de la tarde. Entonces nuestro acompañante guía Aleix, nos propuso hacer un pequeño paseo en raquetas con vistas el Pic Blanc y Pic Negre. Andar sobre nieve virgen con aquellos aparatos tan chocantes al principio me dejó con muchas ganas de más y estoy seguro que a la pròxima repetiremos haciendo una ruta por los bosques de Soldeu que Aleix nos recomendó.
Y bueno, después de haber hecho un poco de hambre para la cena, entramos dentro del iglú para disfrutar de una experiencia gastronómica encantadora.
Una bona escudella para entrar en calor
Y después de unos cuántos platos más, unos postres riquísimos y un par de copas de vino bajamos en la retrac bajo una nevada impresionante que nos antojaba que al día siguiente iba a ser un día de POW en toda regla. Y vaya si lo fue:
Sector Encamp, pista Solanelles
Silvia bajando hacia Pas de la Casa, su sexto día que esquía y como baja ya...
Sector de Canillo
Grau Roig, y menuda nieve...!
Sin duda alguna, una de mis mejores escapadas de esquí por la experiencia del Iglú, la que recomiendo desde ya a todos los lectores al 100% ya que, aunque su precio sea a simple vista caro, vale la pena vivirlo (yo personalmente lo volvería a contratar porque es algo único), la calidad y cantidad de nieve que había y por supuesto y cómo no, por la compañía.