La pista Armentarola en Cortina d'Ampezzo
Debido la escasez de nieve y al excesivo frío muchos esquiadores eligieron otras estaciones, por lo que bastantes alojamientos ofrecían rebajas en los precios de hasta el 50%, y las pistas estaban semivacías.
En estas condiciones en un par de días se podía recorrer prácticamente toda la estación esquiando casi en solitario unas fabulosas pistas con unas condiciones de nieve inmejorables.
Por ello se hizo conveniente ampliar el campo de actuación a la Alta Badia y a la Sella Ronda.
El Paso Falzarego que separa el valle de Cortina del de Alta Badia recibe su nombre del ladino "Falza Rego", se refiere a un Falso Rey, que según la leyenda se convirtió en piedra por traicionar a su pueblo.
Desde él una góndola nos eleva a gran velocidad casi en vertical al refugio Lagazuoi donde se pueden observar unas de las mejores panorámicas de Dolomitas.
Ahí comienza uno de los más espectaculares descensos de los Dolomitas: la mítica pista Alberola, que con sus 9 km de longitud y 1.100 m de desnivel finaliza en la Alta Badia.
Nada mas comenzar el descenso nos introducimos en un paraje absolutamente alpino, rodeado de las típicas formaciones dolomíticas.
Al cabo de unos pocos kilómetros recorridos surge un dilema:
La mediana pendiente y el fabuloso estado del piso nos invitan a lanzarnos a saco, a gran velocidad para disfrutar una bajada sensacional.
Pero el espectacular entorno que nos rodea nos obliga a bajar el ritmo, para poder dirigir la mirada en los 360° a nuestro alrededor, y admirar el impresionante paisaje en el que estamos inmersos.
Existen muchas pistas tan buenas, pero este escenario es único, por lo que la balanza se comienza a decantar hacia la segunda opción.
Repentinamente aparece en la pared de la izquierda algo que nos obliga imperativamente a detenernos.
Un conjunto de surgencias de agua congelada que se distribuyen a lo largo de una pared que nos encontramos de frente nos causa tal impacto que quedamos anonadados.
La mayoría de esquiadores que pasan se detienen para admirar tan sorprendente vista. No es difícil imaginarse en verano el impresionante espectáculo de agua y sonido en que se convertirán estas cascadas heladas.
Tras contemplar un buen rato tal panorama continuamos la bajada, ahora las paredes se abren, y aparece de frente el macizo Sella. La pendiente se va suavizando hasta llegar a un llano en el que se hace necesario ayudarnos con los palos para avanzar.
Antes de que lleguemos a una zona con leves ascensos nos encontramos con unos carruajes tirados por caballos que por 2,50€ nos llevan a remolque hasta el final de la pista, donde un taxi nos devuelve al Paso Falzarego por 6€.
Sin lugar a duda vale la pena la inversión.
Esta pista forma parte del recorrido de la Gran Guerra, un clásico de los Dolomitas que se puede hacer en 6 o 7 horas.