Dolomitas, Val Gardena (Gröden), Santa Christina, enero-febrero 2013
Antes de entrar en materia os comento que para planificar estas vacaciones envié un mail a la oficina de turismo de Dolomiti Super Ski pidiendo información de las distintas zonas de esquí. Al día siguiente ya tenía respuesta por mail de cada una de las oficinas de turismo de cada zona y al cabo de unos 4 días ya había recibido en casa una docena de sobres con información super completa de cada zona: folleto general de la zona y sus poblaciones, mapa de pistas, precios de forfaits y catálogo con todos los alojamientos. Lo podéis ver en la foto. Esto si que es servicio de calidad al turismo!
El viaje lo hicimos en coche desde Barcelona. A la ida pasamos por La Junquera, Montpellier, Grenoble, túnel del Fréjus, Milano, Trento y Bolzano. El viaje de regreso lo hicimos por Trento, Módena, Alexandria y luego toda la autopista de la costa de San Remo y Costa Azul. Esta segunda ruta es más rápida y más económica (en el túnel del Fréjus nos clavaron 40,- €) y en el tramo entre Trento y la frontera con Francia creo que no tuvimos que parar ni una sola vez a pagar peaje porque se paga al final, en la frontera.
Buff, lo que nos queda!
Se tardan unos 15 min en atravesar el túnel del Fréjus
Ya, ya llegamos
En Val Gardena elegimos Santa Christina porque tiene varios accesos rápidos a las pistas (telehuevo Sasslong, cremallena Ronda Express, telesilla Monte Pana), por estar entre Selva y Ortisei y por ser un pueblo más típico y tranquilo que los otros dos (en Selva está la marcha y Ortisei cuenta con más servicios como piscina cubierta o zona comercial peatonal).
Nos alojamos en uno de los muchos “Garni” que hay en esta región (Garni es el nombre alemán para Bed & Breakfast). Elegimos el Garni Iman (www.rolbox.it/iman) por su orientación sur y su bonita vista del Sassolungo, por sus amplias habitaciones y su buen precio (36€ por persona y día con un súperdesayuno incluído). Desde la calle principal de Sta. Christina hay que subir unos 200 m hasta la casa. La parada del ski bus queda casi enfrente de la intersección.
La vista desde el Garni Iman
Esta región – Alto Adige en italiano o Südtirol en alemán – había pertenecido a Austria hasta el final de la 2ª Guerra Mundial, por eso se habla casi más alemán que italiano además de la lengua propia de la zona, el ladino, una lengua romanche, curiosa mezcla de italiano y alemán. El pasado austríaco se nota también en las casas que suelen tener las fachadas decoradas.
La iglesia de Santa Christina y la biblioteca
Las casas suelen tener las fachadas decoradas (se nota la influencia austríaca)
El dominio esquiable de Val Gardena es inmenso. Por un lado está toda la zona del Sassolungo que ofrece unas vistas bellísimas del macizo de Sella y que enlaza con la zona del Plan de Gralba y con la de Passo Gardena. Luego está la zona de Col Raiser, muy soleada y con vistas del Sassolungo y del macizo de Sciliar y que enlaza vía Ortisei con la zona de Alpe de Siusi. Estuvimos tres días descubriendo y disfrutando de toda la zona del Sassolungo, Col Raiser y Passo Sella y no logramos hacer todas las pistas (que también hay que disfrutar del paisaje y de la comida).
Bajo el Sassolungo, al fondo se ve el Passo Sella
El macizo de Sella
El Sassolungo y el Sassopiato
Durante nuestra estancia nevó un día, los demás hizo un sol magnífico y temperaturas agradables. La nieve en algunas zonas estaba un poco dura pero no ofrecía ningún problema. Las pistas estaban muy bien pisadas y los remontes funcionaban muy bien y la mayoría son muy modernos.
Escaleras mecánicas, un lujazo!
La góndola que sube hasta Porta Vescovo y el refugio Luigi Gorza (Sella Ronda tour)
Las vistas desde Porta Vescovo son impresionantes
Descenso a Pont de Vauz
En las pistas hay numerosas cabañas (“baita” en ladino, la lengua que se habla en estos valles) de madera y refugios en los que se puede comer o incluso dormir. Un detalle que me gustó mucho es que normalmente te sirven ellos en la mesa o la tumbona (no hay que ir a buscar la consumición al bar, ya sabéis lo complicado que es andar con las botas de esquí y encima llevar una bandeja con bebidas en una mano) y las vajillas son de porcelana (detesto los platos, vasos y cubiertos de plásticos que salen volando a la primera brisa).
Las cosas que probamos – strudel de manzana, salchicha tipo Frankfurt, chocolate caliente, ensalada con mozarella – estaban todas muy buenas y los precios muy aceptables para la buena calidad y el servicio que se recibe.
Baita al Sole (las “würstel” son excelentes)
Hay mantas para taparse o para no pasar frío en el trasero
Un refugio en plenas pistas
En algunos de los refugios había música en vivo y donde había una marcha tremenda, ya desde la mañana, era en el bar que hay junto al telecabina Saslong.
El tour de Sella Ronda lo hicimos en el sentido de las agujas del reloj (en la oficina de turismo me dijeron que era mejor hacerlo en ese sentido porque se toman menos remontes y se esquía más) empezando en Selva con el telesilla Costabella. La única cola que encontramos en todas las vacaciones fue para subir con el largo telecabina de Dantercepies que te lleva directo al Passo Gardena. Quizá no fueron más de 10 ó 15 minutos y seguramente que fue debida a que mucha gente empieza el tour por ahí y más o menos a la misma hora.
Creo que el tour de Sella Ronda es una experiencia que no se debe dejar pasar. Es fantástico, se recorren uno 40 kms cambiando de valle y de zona de esquí 3 veces, las vistas son espectaculares y no es necesario tener un gran nivel de esquí para poder hacerlo.
A 2200 m de altitud, apunto de iniciar el descenso de Bec de Roces
Llegando a Arabba donde hay que cruzar una carretera para tomar el funicular a Porta Vescovo
Fuera esquís!
Bajando por la Sass Bece hacia Canazei
En la Baita Gherdeccia hacen unos pasteles deliciosos!
El único “pero” de Val Gardena ha sido el servicio del Ski Bus. Aunque el precio es inmejorable – 7,-€ por persona y semana con uso ilimitado – los horarios eran muy orientativos, casi nunca se cumplían, hay pocas paradas o, mejor dicho, mucha distancia entre paradas, la fecuencia de paso es muy baja, sobre todo al mediodía o en según que zonas (en Plan de Gralba por las tardes pasaba un bus a la hora) y casi cada día nos encontrábamos a un revisor pidiendo los billetes durante el trayecto (os podéis imaginar lo fácil que resulta sacar el billete cuando estás sujetando los esquís y los palos con una mano y con la otra te agarras a donde puedes para no caer, porque los buses van a toda milk).
Pues nada, espero que el reportaje os resulte útil, y a esquiar que son dos días!!!
Marlies