Pitztal - 22 de Octubre
Aunque en segundo lugar, también el blanco de las pistas del glaciar vecino llamó mi atención.
Así, preso de un insual acto de democracia hice la siguiente propuesta: ir a esquiar el día siguiente al glaciar de Pitztal.
P.D.: Ya había decidido ir a esquiar allí
pero de vez en cuando hace falta mantener la ilusión de los demás haciéndoles creer que tienen poder de decisión
De Pepe se aprende.
Cuando mi acompañante vio el logo de la estación de Pitztal empezó a tener dudas acerca de la elección.
Me dijo que para un "cabrón" como yo no era aconsejable esta estación, había visto en un report lo que hacían a mis congéneres....
Pero soy un atrevido y al día siguiente, no sin antes haber metido debajo de los pantalones alguna protección.... contra el frío ,
me puse a conducir la tartana (llamarlo coche sería un cumplido ) hacia Pitztal.
De Soelden recorremos todo el valle de Otz y en Imst nos internamos en el valle del Pitztal,
para llegar a la base de los remontes del glaciar en Mittelberg hay casi 80 km de trayecto.
A primera vista el valle del Pitztal se presenta más estrecho en comparación con el de Otz y seguramente menos poblado.
A medida que avanzamos por la carretera nos parece estar en estrecho contacto con las laderas de la montaña,
se ven paredes donde se han producido aludes y otras donde el agua desciende en forma de centelleantes cascadas.
Una curiosidad de los dos valles, el precio de la gasolina: 1,55 euros en Otz y 1,48 en Pitztal. Si se puede es mejor ahorrar en algo
Dejo escapar un suspiro de alivio, la fauna no se asusta al vernos,
quizá sea falsa la leyenda urbana que cuenta que los españoles espantan a los animales.
Los aparcamientos de la base que da acceso al glaciar son pocos, cuanto más tarde se llega, más lejos se aparca.
La verdad, algo tiene de bueno el llegar más tarde de lo normal.
Para subir a las pistas se debe coger un tren cremallera que de la cota 1740 m. te lleva a los 2840 m. por un tunel subterraneo,
actualmente este es el único remonte de subida y a menudo se forman colas de esquiadores a primera hora.
A la salida del edificio de llegada del tren, que además da cogida a la zona de restauración y negocios de alquiler de material deportivo, nos encontramos inmediatamente de frente a las 3 zonas de esquí en las cuales se puede dividir el glaciar.
Zona de la izquierda, con la silla Gletschersee y el telecabina Mittelbergbahn.
Zona central, con las pistas a las que se accede con el nuevo remonte Wildspitzbahn.
Zona de la derecha con la percha de largo recorrido Brunnenkogel y la skilift Mitagskogel de la zona de principiantes.
Para empezar subimos con el nuevo telecabina, inaugurado hace tan solo una semana, que nos lleva a la cota 3440 m.,
el punto más alto de Austria al cual se puede acceder con un remonte.
Los trabajos en la zona de restauración aún están por acabar pero ya se puede apreciar que será un edificio espectacular desde el que se podrá contemplar un bellísimo panorama.
Estoy aquí para entrenarme y no quisiera perder tiempo, pero ¿cómo se puede resistir a la sonrisa de estas chicas que me piden insistentemente un autógrafo y una foto?
El primer contacto con la nieve del glaciar es desalentador, en el primer tramo del camino que lleva a las pistas afloran piedras y chinitas, todos los atletas que se están entrenando lo bajan con el par de esquís de competición sobre el hombro.
Luego, sin embargo, no hay quejas, las pistas están muy bien mantenidas.
Y se aprecian mayormente al final de la jornada cuando parecen reservadas solo para nosotros.
De la base de la estación una pista tranquila nos lleva al telecabina Mittelbergbahn.
Subiendo podemos adivinar en la nieve los trazados de entrenamiento
Se empieza a esquiar en esta nueva zona, hasta la base o volviendo a subir en la parada intermedia del telecabina.
Snowpark y pista de boardercross.
Empieza a hacerse tarde y en vez de volver a coger el telecabina una última vez, tomamos la silla Glestchersee que está al lado para volver a la base de la estación.
Tenemos que explorar todavía las pistas a las que da servicio la percha Brunnenkogel
Una preciosa azul para concluir la jornada de esquí.
No hemos abierto las pistas pero las cerramos, cogemos el último tren que nos lleva al aparcamiento.
Esta es la última esquiada de octubre en los glaciares, el próximo mes empieza la temporada invernal...
ups, sin darme cuenta ya estamos en el próximo mes, ¡queda un día para noviembre!