Mi tren es un Amtrak Ethan Allen, una belleza de acero inoxidable de líneas rojas y azules: destino final Rutland, Vermont
Durante el trayecto veo "The Eiger sanction" una adaptación (cutre) de Clint Eastwood de la epopeya vivida por los escaladores Hinterstoisser y Kurz en su ascenso frustrado a la cara Norte del Eiger. Esa película se convierte en mi llamada a la nostalgia de esos fantásticos e inolvidables días vividos en Grindelwald, en Gstaad, en Zermatt, en Nendaz; y su bella visión contemplándolos desde la cima del Arpilstock
A medida que pasan las temporadas de invierno, y llevo ya 28 calzando unos esquís, uno aprende a valorar otras cosas en la montaña, menos tangibles, pero más emotivas: el silencio, la soledad, el contacto con la naturaleza, el paisaje, la calidad de la nieve...son otras cosas que complementan a la pendiente, el grado de dificultad, o la longitud de las bajadas
Killington nos recibe el viernes por la noche con una extraordinaria tormenta de nieve, procedente del Oeste, que nos dejará 15cm de nieve nueva. Mis amigos (¡qué haría sin vosotros!) han tardado más de 6 horas en cubrir el trayecto desde Boston, que de bajada dos días más tarde, cubriremos en tan solo 2h y media
Sábado por la mañana nos calzamos nuestros Rossignol S98 twin tip, de alquiler (si no disponéis de equipo propio os recomiendo alquilarlo en las tiendas del pueblo; mucho más económico). Y empezamos a subir por K-1, nublado, nevando, a -15C, y con viento de rachas de hasta 50Km/h...como mínimo el relieve es bueno, y la calidad de la nieve óptima
Empezamos a descubrir la estación a través de su cara Oeste bajando por Bear Trax: bajada entre árboles, buena nieve, pista larga. Esto empieza bien. Seguimos descubriendo la cara Oeste, con pistas largas, con bonitos cambios de rasante y montoncitos de nieve que hacen mis delicias al saltarlos...hasta que sobre las 12h cierran todas las sillas excepto la cabina K-1: el viento gana la partida
Bajadas fáciles a través de Great Northern con posibilidad de alguna bonita pala con mayor pendiente en Highline y Conclusion. Son las 3 de la tarde, aquí cierran a las 4, y estamos sin energías, congelados, pero hemos logrado acumular 12 bajadas, unos 3.500m de desnivel
Après-ski merecido: tacos con Margarita incluido, en un restaurante mejicano de camino al hotel. Cena temprana (las cocinas cierran a las 9.30pm) en un restaurante local recomendado por la recepcionista: qué bueno está el clam chowder!
En la escasa hora que ha durado la cena, encima de nuestro coche se han acumulado 3cm de nieve...y es que la tormenta no da tregua. Nos acostamos algo asustados, porque por mucho que amemos y deseemos "powder", llevamos 24 horas sin ver un leve resquicio de calma
Nuestros deseos se cumplen. Amanece el sábado con un día espectacular, brillante, nítido, de ensueño…
Empezamos el día redescubriendo con detalle toda la zona de Bear Mountain a través del Skye Peak Express. Preciosas bajadas, para todos los niveles
Pero lo más, la zona freestyle "The Stash" donde me asalta la locura, y nos tomamos nuestro tiempo con la cámara fotográfica. Que envidia de Park ¡ojala algún día tengamos algo semejante en los Pirineos! Y es que es un auténtico lujo bajar por donde han pasado, hace tan solo unas semanas durante el Dew Tour, freestylers de la talla de Bobby Brown y Gus Kenworthy
Y nos alejamos de Killington, sin palabras, en silencio, admirando el precioso paisaje nevado de Vermont, de vuelta a Boston. En el tren del siguiente día, de regreso a la Ciudad Que Nunca Duerme, me agencio con el último ejemplar de Powder, y leo con interés el artículo de Chillan (Chile), con las imágenes de Ingrid Backstrom a través de sus nieves vírgenes…y es que quizás, en ésta única vida que vivimos todos, nos merezcamos segundas, y hasta terceras partes
Hasta pronto, Killington
Saludos a tod@s,
Ens veiem a Killington,
N.A.P. & A.P.C & A.H.