Pedro Berjano me ha sugerido que hable sobre los giros
cortos conducidos. Me cuenta que, haciendo giros amplios o medios, es capaz
de dejar dos huellas limpias sobre la nieve con sus esquíes de carving, pero ¡ay!
en giros cortos el hechizo desaparece.
Si ves que a tu profesor le sale
delante de ti, revisa primero la geometría de tus tablas; igual necesitarás
unas con un radio de giro menor. Si no es este el problema, igual es que
vas muy estático, tal como se esquiaba antes en corto paralelo, muy
centrado y controlado, pero derrapando.
Vete a un sitio fácil donde te
sientas seguro y comienza con el giro que te pida tu esquí, pero mirando a la máxima
pendiente. Para mantenerte centrado toma tus dos manos como referencia
mientras vas clavando los bastones delante de ti. Notarás que para seguir
conduciendo necesitas introducir un movimiento de balanceo y, además,
notarás que para mantenerte centrado necesitas absorber la compresión
del final de la vuelta. Esto es lo que se llama un viraje por absorción y
distensión. Entrena este tipo de viraje en sitios fáciles, hasta que seas
capaz de mantener tu centro de gravedad más o menos paralelo a la pendiente.
Esto es una cuestión de concentrarte más en las sensaciones que en la técnica.
Cuando eres capaz de hacer esto en un sitio plano ya estás preparado para la pendiente. Ten confianza y siente cómo tus pies cortan en la nieve, balancéate al interior y continúa concentrado en la clavada del bastón, que será lo que te haga mantenerte centrado y mirando a la máxima pendiente. Absorbe la compresión mientras clavas y ya estás otra vez balanceándote al interior del siguiente giro. Si al principio derrapas un poco al final de la vuelta no te preocupes; piensa que para hacerlo perfecto necesitarás ir a más velocidad y, sobretodo, hazte a la idea de que tendrás que acostumbrarte a todas estas sensaciones nuevas de absorción, balanceo, etc. y eso no se consigue en un día.
El error más común llegados a
este punto es plantar el bastón demasiado cerca de la bota. Si te estás
balanceando al interior necesitarás clavar más lejos de tu cuerpo, a
medida que mayor sea la pendiente y, si quieres controlar la velocidad y no
quedarte retrasado, tendrás que clavar todo lo adelante que puedas. Separa las
manos, adelántalas bien y ¡piensa cuesta abajo!
En resumen, en balanceo
es esencial para mantener un corte fluido y, si quieres que tu giro sea corto y
controlado, tendrás que aprender a absorber a la par que te mantienes de cara a
la pendiente. Si haces pequeñas extensiones no importa, de hecho muchas veces
será imprescindible, pero absorber bien – siendo algo complejo pero no
imposible - te hará esquiar de manera más eficiente.
Si me permites un último
consejo, no te obsesiones en dejar dos huellas impecables. El viraje más
efectivo no es necesariamente el mejor conducido. Mira, si no, a los
corredores de Copa del Mundo cómo derrapan en muchas ocasiones o, por otra
parte, compara un Fórmula Uno con un coche de rally; éstos últimos van casi
siempre de lado pero no se puede decir que no sean eficientes; y es que las
circunstancias del terreno determinan cómo y cuánto hay que conducir.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2001