Ex-número 1 del ranking mundial y convertido en un clásico de la Copa del Mundo, en la que ha obtenido tres victorias (Valle Nevado, Tignes y Saint Moritz) y nueve podios, Iker Fernández acaba de clasificarse para sus terceros Juegos Olímpicos y ya ha comenzado a prepararlos con esmero bajo la supervisión de su entrenador, Daniel Fernández, de su preparador físico, Jon Karla Lizeaga, y de su psicólogo, Josean Arruza. «Ahora ya sólo pienso en la Olimpiada», dice, en el gimnasio del estadio de Anoeta, horas antes de partir hacia Canadá, donde le esperan dos pruebas de la Copa del Mundo.
-Si le parece, comencemos por el principio. ¿Recuerda su primera competición de snowboard?
-Sí. Fue en la estación de Alto Campoo, en uno de los primeros 'half pipes' que se construían en España. Quedé cuarto, pero todos los que me ganaron eran gente bastante mayor que yo.
-Y entonces se dio cuenta de que el snowboard era lo suyo y podía hacer carrera.
-Sí. Bueno. A los 17 años quedé campeón de España en 'half pipe' y en estilo libre, y me di cuenta de que tenía posibilidades. También comencé a ir a los campeonatos del mundo junior y un año quedé sexto y otro quinto. Y así empezó todo. En dos años ya estaba haciendo buenos resultados en Copa del Mundo.
Alrededor del mundo
-¿Tardó mucho en hacerse profesional? Porque usted vive de esto.
-Sí, sí. A los 21 años me coloqué séptimo en el ranking mundial y, desde entonces, soy profesional. Es que si estás en la Copa del Mundo no puedes hacer otra cosa. Empiezas en septiembre en Chile, luego haces aquí en octubre un poquito de pretemporada porque tras lo de Chile hay como un pequeño parón. Y luego, en noviembre, ya estás de aquí para allá por todo el mundo. Tenemos 9 pruebas. La de Chile, dos en Canadá, tres en Europa, dos en Japón y una en Estados Unidos. Y luego, cuando no tengo competiciones, hago vídeos por ahí. La verdad es que conozco medio mundo. Los Alpes ya son como mi casa.
-Lleva una vida interesante.
-Pues sí. Estoy contento. Era el sueño que tenía cuando empecé. Hombre, a veces los viajes te cansan y tal y cual, pero hago lo que quiero y me gusta.
-Acaba de clasificarse para la Olimpiada de Turín.
-Sí. Necesitaba dos puestos entre los veinte primeros y los he hecho en las dos primeras pruebas de la Copa del Mundo, en Valle Nevado y en Saasfee (Suiza). En las dos quedé el 18. Y la verdad es que me ha dado mucha tranquilidad para intentar hacer rondas de más nivel a partir de ahora.
-Por lo que dice no está en su mejor forma.
-No. Yo he llegado a ser el número 1 del ranking y ahora soy el 32, creo. Estoy cogiendo la forma y no es nada fácil. Lo puedo hacer mejor. Mi objetivo es entrar en las finales, estar de nuevo entre los 12 primeros, pero el nivel está muy alto y a nada que cometas un fallito te vas muy atrás. Pero, bueno, es lo que te decía: como el objetivo de clasificarme para la Olimpiada ya lo he conseguido eso me va a dar tranquilidad para mejorar.
-La de Turín va a ser su tercera Olimpiada tras las de Nagano y Salt Lake City. ¿Cómo la está preparando?
-Pues estoy muy volcado en ella. Ahora ya sólo pienso en la Olimpiada. Aparte del trabajo físico, intento entrenar en 'half pipe' lo máximo que puedo y practicar los trucos que quiero meter en mis rondas.
-¿Trucos?
-Me refiero a los giros, los saltos o los movimientos nuevos que quiero hacer en mis rondas.
-Perdone mi desconocimiento. ¿Tienen ustedes libertad para meter los trucos que quieran en el 'half pipe' o algunas partes de su coreografía, por decirlo de alguna manera, son obligatorias?
-No. No hay obligación. Tienes que hacer seis u ocho saltos en cada 'half pipe', pero los trucos te los pones tú mismo. Hombre, lo que ocurre es que el día a día va marcando los trucos que hay que hacer para obtener una buena puntuación. Si se pone de moda un giro complicado, pues todos vamos a intentar meterlo.
Nagano y Salt Lake
-Ha participado ya en dos Olimpiadas. ¿Qué recuerdos tiene de ellas?
-De Nagano tengo un buen recuerdo. Me sentí bien, aunque tengo alguna pequeña queja con los jueces. Creo que me jodieron un poquito ese día. De Salt Lake, en cambio, no tengo tan buen recuerdo porque aquella temporada la empecé muy bien, llegué a ponerme primero del ranking y vi que tenía muchas posibilidades de conquistar una medalla. Pero en diciembre me rompí el codo y estuve un mes y medio parado, yendo de un médico a otro. Y ya no pude recuperar la forma. Me faltó frescura. En una Olimpiada necesitas estar al 100% y yo no lo estaba. No rendí. No volé. Y me quedé fuera de la final. La verdad es que no guardo un buen recuerdo de aquellos Juegos.
-Unos Juegos, por cierto, famosos por el positivo de Juanito Muehlegg.
-Sí, bueno. Si te soy sincero a mí no me afectó mucho que diera positivo.
-¿Que objetivos se ha marcado para Turín 2006?
-No te voy a mentir. Así como en Salt Lake tenía posibilidades de medalla en Turín veo muy difícil por no decir casi imposible. Mi meta es meterme en la final, entre los doce primeros. A partir de ahí se inicia otra competición y tienes dos nuevas rondas en las que puede pasar de todo.
-¿A qué 'riders' ve como favoritos a medalla en su modalidad?
-Hay un grupo de unos 10 que puede ganar cualquiera. Todo dependerá del día que tengan. ¿Los más favoritos? Yo destacaría a un finlandés, Antti Auti, que el año pasado ganó el campeonato del mundo y este año ha ganado el circuito. Es muy consistente y muy fiable. Siempre queda entre los tres primeros. Luego está un japonés Kazuhiro Kokubo. Es muy bueno y está en gran forma. Fue el que ganó la última prueba de la Copa del Mundo y tiene muchas posibilidades. Y tampoco podemos olvidar a Sean White, que es la estrella americana del snow y del skate.
Nieve para turistas
-Cambiemos de tema. En Turín volverá aponerse de manifiesto la debilidad de España en los deportes de invierno. Descartada la suya, la única posibilidad real de medalla es la de María José Rienda.
-Sí, bueno... Está claro que no tenemos el potencial de otros países. Ni de lejos.
-¿Cuantos están en el equipo español de snowboard, por ejemplo?
-En 'half pipe' estamos Clara Villoslada, que es una chica de Pamplona, Isaac Bergé y yo. Y en boardcross, que es una modalidad que acaban de hacer olímpica, están Ibon Idigoras, que es de Zarautz, y Jordi Font, un catalán. Somos pocos.
-¿Pero bien avenidos?
-Sí, sí. Este año estamos coincidiendo mucho y hay un ambiente muy majo en el grupillo.
-¿Qué hace falta para que España suba su potencial en esquí o en las diferentes modalidades de snowboard, por ejemplo? Se lo pregunto porque practicantes hay muchos, pero la realidad es que no salen competidores.
-Es que aquí las estaciones están pensadas para el turismo, no para la competición. No tenemos instalaciones. Tu vas a los Alpes y alucinas. Allí las instalaciones se preparan pensando en el tema deportivo tanto o más que en el turístico.
-¿Cuántos 'half pipes' hay en España?
-Están empezando a hacer uno en Andorra. Ya ves. Yo lo que espero es que se empiecen a construir unos cuantos porque la verdad es que hay mucha afición y a los chavales les gusta un montón y empiezan a exigir estas instalaciones. Y lo que tengo claro es que si ponen 'half pipes' van a salir chavales que sigan mi ejemplo y acaben en la Copa del Mundo y participando en Olimpiadas.
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