En total este verano se han invertido 16 millones de euros, la mayor inversión de esta temporada en cualquier estación del Pirineo. Lo primero que se va a encontrar el esquiador, es que en el aparcamiento hay un nuevo edificio de taquillas, y que desde allí mismo podrá tomar el telecabina que le dejará sobre las pistas de Gourette. Aparcamiento y remonte son gratuitos. Antes este trayecto lo hacían buses lanzadera que transportaban a unos 600 pasajeros por hora. El nuevo telecabina llevará a 2.500 en ese mismo tiempo.
Este nuevo remonte evitará que cualquier vehículo tenga que hacerse los 2 kilómetros de carretera hasta las pistas, y se consigue así una mayor protección medioambiental al eliminar el humo de los coches a esa altura, y el de los buses lanzadera que serán eliminados. Por eso, la antigua parada de autobús ha sido reconvertida en una Oficina de Turismo, donde también se encontrará una casa de montaña, una zona de escalada, y una agencia postal.
Y si seguimos más adelante, encontraremos que la plaza de Sarriere ha sido totalmente reconstruida. Si antes estaba llena de coches aparcados casi hasta el mismo frente de nieve, ahora esta zona queda despejada para los peatones. Hasta aquí solo podrán llegar los coches de los residentes, y pagando el aparcamiento.
Todas estas obras deberán estar listas en Noviembre de este año, y si la meteorología acompaña, deberíamos poder apreciarlas desde principios del mes de diciembre, aprovechando la apertura oficial con motivo del Puente de la Inmaculada.
El precio del forfait para este invierno es de 31 euros, aunque desde EPSA, empresa que gestiona esta estación junto a la de La Pierre de Saint Martín, se asegura que con las diferentes ofertas que se lanzan a lo largo del invierno, el precio medio del pase es de 19 euros, lo que la deja en la zona baja de precios respecto a otras estaciones que oscilan entre los 16 y 24 euros el pase con promociones.