La decisión y el compromiso futuro implican seriedad, una seriedad que incluye honestidad para la FAE: "Es una renuncia totalmente honesta; el calendario definitivo de las pruebas no queda establecido hasta la reunión de la FIS en Zúrich a finales de septiembre". Hecho con tiempo, se espera que la imagen no se deteriore.
¿Y qué ha pasado? Según la FAE, "debido a la falta de movimiento de tierras, originada por la débil construcción en el país, no se ha conseguido reunir a tiempo el suficiente volumen de tierras y runa para poder construir la estructura del half pipe".
Ante esta situación, y visto que las obras "no estarían terminadas antes de las primeras nevadas, por precaución y seriedad se ha decidido renunciar a la organización de estas pruebas", se lee en el comunicado. Una decisión que se quiere que no afecte a poder ser en un futuro la sede de una Copa del Mundo.
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