"Hoy, 28 de noviembre de 2008, el último par de esquís Salomón ha sido fabricado en esta planta de Rumilly", pronunciaba el enlace sindical de CGT, Sylvain Chalumeau a modo de oración fúnebre, en memoria de una fábrica que, después de este cese de producción, cerrará definitivamente sus puertas dentro de tres semanas. Ocho empleados vestidos con túnicas negras iban pasando ante aquel par de esquís situados junto al hoyo, al que le iban profiriendo palabras escritas en un cartón que decían: «individualismo», «liberalismo», «codicia», «beneficio», «indiferencia» o «egoísmo». Al mismo tiempo plantaron una cruz que ponía: «1998-2008, aquí se encuentran 20 años de pasión (...)». Acto seguido tiraron un puñado de tierra sobre los esquís.
Hace cuatro años, 600 empleados fabricaban 600.00 pares de esquís al año, en una centro que abrió sus puertas hace 20 años, en pleno boom del esquí. Entonces también estaban en Francia las fábricas de Rossignol y Dynastar entre otras, además de pequeños fabricantes. La primera fue vendida a un grupo norteamericano y luego a uno australiano que de momento parece que sólo quiere mantener su producción de Artés (Barcelona), quedando por tanto como única fabrica de esquís en Francia, la que Dynastar tiene en Sallanches.
En enero de 2008, el grupo finlandés Amer Sports, propietaria de la marca Salomon desde 2005, anunció que terminaba la producción de esquís en Francia, y eliminaba 400 puestos de trabajo en todo el mundo como parte de su reestructuración. Estas medidas condujeron a la supresión de 284 puestos, 250 en Rumilly, y 34 en Annecy, donde está la sede de la compañía francesa, fundada por George Salomón en 1947. A partir de ahora la marca solo diseñará, y encargará la producción a Bulgaria y a la fábrica que Atomic tiene en Altenmark, Austria.