En plena temporada invernal la nieve alcanza una altura de 3 metros y garantiza deslizamientos impecables en las veinte pistas para todos los niveles que ofrece el centro de esquí entre las cotas 2.440 y 1550 metros. Esquiar fuera de pista o practicar heliski son algunas de las opciones que ofrece este centro chileno caracterizado por sus half pipes naturales para el snowboard. Motos de nieve o trekking por el bosque son otras de las alternativas. Muy cerca del centro de esquí hay cuevas volcánicas que pueden visitarse con la compañía de un guía. Están preparadas con luces y escalones en un recorrido de unos 500 metros, donde el visitante -a quien se le proveerá una campera impermeable y un casco- podrá conocer los detalles de la erupción de lava que formó ese túnel hace miles de años.
Pero no todo es deporte y aventura en la zona. El placer también viene en forma de menú. La gastronomía local es algo a destacar, influida por la cocina europea, la tradicional chilena y las especialidades de los pueblos originarios. Los menús varían desde las tradicionales pastas y mariscos, hasta las llamadas "carne salvajes" como el jabalí, ciervo y avestruz, y la comida étnica mapuche.
Cómo llegar
Si bien se puede llegar vía aérea a través de Santiago de Chile y conexión a Temuco, para trasladarse unos 100 kilómetros hasta la zona, una opción muy atractiva es viajar por tierra desde San Martín de los Andes a través del paso Tromen (conocido como Mamuil Malal en Chile), sobre una carretera asfaltada en su mayor parte que atraviesa grandes bosques de araucarias en el lado chileno. En invierno, es imprescindible llevar cadenas para cruzar la cordillera y recordar que el paso fronterizo cierra a las 19h en esta época del año.