¿Quién no recuerda los tentadores escenarios de La Pantera Rosa (Peter Sellers y David Niven), los pícaros guiños de James Bond/ Roger Moore (Sólo para tus ojos) y las películas rodadas en Cortina por Liz Taylor, Frank Sinatra o Sylvester Stallone? Y es que Cortina d'Ampezzo es, desde los años 20, una obligación para el gotha internacional, pero también, para escritores, pintores y artistas. El ambiente mundano tiene un telón de lujo en esta pequeña población que llaman la perla de los Dolomitas.
Quienes prefieran esquiar, más que cazar autógrafos, disponen de 140 kilómetros de pistas de todos los niveles, con remontes capaces de transportar a unas 60.000 personas a la hora. Además, cuenta la estación con más de 80 restaurantes, una calle principal (Corso Italia) que es un paraíso para las compras (algunos hoteles ofrecen el servicio de un acompañante consejero) y cinco grandes discotecas y otros locales nocturnos que abren a partir de la medianoche.
No sólo es la más alta (2.300 metros), sino que está además en el mayor dominio esquiable del mundo, a saber, Les Trois Vallées, con 600 kilómetros de pistas, 200 remontes a la última y una pista de trineo de 6 kilómetros, única. En Val Thorens la nieve está garantizada; este año se ha adelantado y ya se puede esquiar desde el sábado 17 de noviembre. Además, 1.500 cañones de nieve aseguran la temporada hasta el mes de mayo. El paisaje es soberbio. Subiendo a la cima de Caron, se tiene delante un millar largo de cumbres, incluso algunas suizas e italianas.
Por la noche, iluminan la montaña como si fuera una catedral y se hacen descensos con antorchas. El ambiente en el pueblo es fabuloso, día y noche. Un centenar de tiendas y otros tantos restaurantes (algunos de altos vuelos) son una alternativa para quienes hagan pellas en las pistas o en el gran Centre Sportif (7.500 metros cuadrados) donde se puede nadar, practicar squash y tenis, tomar una sauna o disfrutar de un baño turco.
Parece que aristócratas y testas coronadas sienten especial debilidad por este enclave de Los Grisones suizos, que también tienta a los ricos (éstos se reúnen en la vecina Davos para arreglar el mundo). St. Moritz está en el punto exacto que divide a la Alta de la Baja Engadina, en un valle oblongo que desciende desde el paso fronterizo con Italia, arropando al río Inn en su camino hacia el Tirol austríaco, y que pusieron de moda escritores (como Nietzsche, Thomas Mann o Hermann Hesse), pintores y directores de orquesta.
En 1885 se inventó aquí lo que llaman cresta (www.cresta-run.com), bajada en un artilugio por un túnel de hielo a 140 kilómetros/hora. St. Moritz conserva un casco viejo de fuerte carácter alpino, colgado a media montaña (St. Moritz Dorf), y otro núcleo más nuevo en la parte baja, junto al río y los pequeños lagos que forma (St. Moritz Bad). Entre ambos, se alza el Badrutt's Palace, auténtico símbolo de la mundanidad, en cuyo hall los visitantes se pueden cruzar con reyes, jeques, banqueros o estrellas de cine.
En el corazón de las Montañas Rocosas, el pueblo de Aspen (Colorado, Estados Unidos) combina el ambiente victoriano con la más sofisticada vanguardia. Las pistas se hicieron célebres a raíz de los Campeonatos Mundiales de 1950 y desde entonces han ido comprando casas por la zona famosos como Kevin Kostner, María Carey o nuestros Antonio Banderas y Melanie Griffith (su nido está en Woody Creek). En Aspen se puede esquiar entre los 2.400 y los 3.700 metros; un mismo forfait permite moverse por cuatro dominios: Aspen, Aspen Highlands, Buttermilk y Snowmass.
Naturalmente, tanta o más fama que sus instalaciones tiene su vida nocturna, su gastronomía, posibilidades de compras y otras actividades après ski. El cantante John Denver hizo famosas varias canciones dedicadas al lugar, entre otras Starwood in Aspen y Aspenglow"
Aparte del esquí alpino y de fondo (éste con 28 kilómetros de pistas) se puede practicar con motos de nieve, trineos de caballos o de perros, raquetas de nieve, tube park, snowcat, skiing-boarding, excursiones...Y también heli-skiing, una modalidad que no da tregua al esquiador, transportándolo en helicóptero hasta las cumbres mas altas y garantizándole la mejor nieve powder.