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En el núcleo de Espui sigue la construcción de 99 apartamentos, los primeros del total de 964 que estarán asociados al complejo turístico. El proyecto, que supondrá una inversión de 500 millones de euros, contará con 2.400 plazas hoteleras, un spa y un auditorio de congresos, además de un campo de golf.
"Opción errónea"
La plataforma Vallfosca Activa, que agrupa a ecologistas y vecinos de la zona, considera que el proyecto, que fue aprobado por la Generalitat en el 2001 y que se empezó a ejecutar dos años después, "es un error garrafal para el territorio", según Robert Baro, uno de sus miembros. El colectivo, que se ha constituido oficialmente hace unas semanas, está convencido de que "existen otras opciones para el valle, uno de los últimos espacios vírgenes del Pirineo", afirma Baro. Entre estas alternativas, el grupo propone extender la implantación de nuevas tecnologías e incentivar el turismo rural.
El edil de Alternativa Vall Fosca en el ayuntamiento Sergi Galanó admite que será difícil frenar el proceso, aunque duda "de que llegue a desarrollarse por completo, porque es económicamente muy costoso". La formación, que entró en el consistorio en las pasadas elecciones, vela, en palabras de Galanó, "por que todo se haga con transparencia".
