Un bar de hielo es la antítesis de los bares tradicionales. Se sale de él para entrar en calor, y no para tomar aire fresco. No hay humo, porque el fuego de los cigarrillos derretiría sus paredes, y los camareros no sudan, usan ropa térmica para aguantar sus -10º de temperatura.
![Boal's Ice Bar](https://www.nevasport.com/fotos/040907/149237.jpg)
Patrick Boal, el empresario irlandés de 53 años que ha decidido importar este modelo de ocio a la Costa del Sol, asegura que España, conocida por sus temperaturas cálidas, era el lugar perfecto para disfrutar del contraste. Descubrió el modelo en Nueva Zelanda y se embarcó en este proyecto, a pesar de ser un principiante en el mundo de la hostelería. "En mi familia creyeron que estaba loco porque siempre he tenido negocios de transportes y aparcamientos", explica en inglés. Boal mantiene que, por el momento, están cumpliendo con las expectativas, aunque -gesto de terror- todavía no ha recibido la primera factura de la luz.
![Boal's Ice Bar](https://www.nevasport.com/fotos/040907/149238.jpg)
En el local, de unos 40 metros cuadrados, bloques de hielo de entre 3 y 4 litros conforman las paredes, la barra y unos asientos cubiertos con mantas. La luz es azulada y simula el aspecto de un iglú. No hay cuadros ni pósters. La música suena a volumen medio.
La diferencia de temperatura con respecto al exterior es de 30º. Unos motores de gran potencia mantienen el clima polar. "La mayoría de la energía se va al abrir y cerrar las puertas. Ante un apagón aguantaríamos hasta 24 horas sin sufrir daños, aunque tendríamos que cerrar", explica el dueño.
![Boal's Ice Bar](https://www.nevasport.com/fotos/040907/149236.jpg)
Sus tres camareros no entran en el juego. Hacen turnos de una hora y después rotan a la terraza, que está a temperatura ambiente. Hasta el momento sus visitantes son de todo tipo. Grupos de amigos, familias, adolescentes... Al dueño le parece una buena opción para despedidas de solteros, aunque no podrían llevarse strippers... "Hasta el momento nadie me ha querido denunciar por coger un enfriamiento", bromea. De vuelta en la calle, el denostado calor veraniego se agradece.