Desde la localidad de Prémanon a la de Gex hay 40 kilómetros. Exactamente el doble del trayecto que hasta hace unas semanas se permitía hacer en Francia durante la crisis sanitaria que ha provocado el COVID. Allí las restricciones de movimientos no se establecieron por límites territoriales, sino mediante algo más lógico: te puedes alejar hasta un máximo de 20 kilómetros de tu vivienda habitual. Pero actualmente lo que impera es un toque de queda a las 18h. A esa hora todo el mundo debe estar en casa.
Esta joven pareja de 25 años se fue a cenar a casa de unos amigos con su hijo de 2 años, y para llegar tomaron carreteras secundarias donde sabían que no habían controles, pero a la vuelta a Gex, con la oscuridad de la noche se perdieron y se metieron en una de las pistas de esquí de Les Rousses.
Salieron de Prémanon antes de las 18h de la tarde según informaron más tarde a los gendarmes de Jura, pero al llegar a Les Rousses se metieron sin querer en una de las pistas de esquí de fondo de la estación. La pareja no se atrevió a dar media vuelta creyendo que se podía salir de la pista, llamada Arobiers, más adelante. Fueron capaces de recorrer nada menos que 8 kilómetros con el coche sobre la nieve, que estaba compactada ya que la modalidad nórdica si está permitida estos meses en Francia
Finalmente antes de ver la salida, el coche se queda atascado. Se había hecho oscuro y tienen al crío de 2 años a bordo. Llaman a una grúa, pero les dice que no puede intervenir en una pista de esquí de fondo. Así que no les queda otra que ponerse en contacto con los gendarmes ... los mismos que querían evitar en la carretera.
El pelotón de la gendarmería de montaña (PGM) interviene para recoger a la familia en mitad de la noche, hacia las 02h de la mañana. Los agentes llevan a la pareja y al niño a Morez, donde al parecer tenían unos familiares. Pero el coche de la pareja se tuvo que quedar allí. Tres horas más tarde, con la ayuda de la máquina para trazar las huellas de la pista logran remolcar el vehículo.
Dos multas y una factura
Al final la pareja ha sido multada con 135 euros cada uno de los dos por incumplimiento del toque de queda. La máquina también sufrió un desperfecto al remolcar el vehículo, y como el seguro se negará a cubrir esa reparación, también tendrán que pagar la reparación.