Al parecer los arrendatarios denuncian que las instalaciones están totalmente inservibles y muestran un claro estado de abandono. Aunque se ha tratado de adecentar los remontes en años anteriores, la responsabilidad de Snowmountain ha llegado a su tope. A partir de ahora es el Ayuntamiento quien debe intervenir para inyectar una cantidad de dinero suficiente para garantizar que los telesquís funcionan.
De esa manera, entre que no se ha podido hacer tareas de mantenimiento o puesta en marcha de los remontes y el recurso contencioso administrativo que la concesionaria de la estación, Snow Mountain, interpuso el pasado de junio y admitido a trámite el 20 de julio, el equipo del Ayuntamiento tendrá que esperar a las decisiones judiciales. Además por esa razón aún no dispone de las llaves ni de la autorización judicial solicitada para acceder a las instalaciones.
Según declara Snowmountain a El Diario de Burgos,
En Lunada no se pudo esquiar el pasado invierno, después de que la adjudicataria pidiera año tras año un apoyo a las administraciones públicas para renovar los equipos de la estación que nunca ha llegado. En abril de 2019, la empresa concesionaria ya avisaba de que en el invierno de 2019-2020 sería imposible abrir sin inversiones y advertía de que no iba a invertir más fondos propios en las instalaciones, en las que asegura ha desembolsado 205.000 euros. En vista de que el nuevo equipo de gobierno del Consistorio tampoco era favorable a dedicar dinero público a Lunada, el administrador único de Snow Mountain, Juan Carlos Torres, anunció que buscaría inversores privados, pero tampoco llegaron. Por entonces planteaba la necesidad de 120.000 euros, aunque una completa renovación de la estación calcula que podría alcanzar el medio millón.