Hace unos días comenzaron a relajarse las normas de confinamiento. El toque de queda fue reduciéndose, y desde esta semana ya solo se obliga a los dubaitís a que se metan en casa a partir de las 23h y no vuelvan a salir hasta las 06h de la mañana, si es que han de levantarse tan pronto, claro está. Pero a partir del mes que viene ya se abrirá todo sin restricciones, aunque con ciertas normas de protección ante el coronavirus.
Se abren cines, centros comerciales, atracciones y la única estación de esquí del mundo capaz de trabajar bajo un tórrido sol que inyecta casi 50ºC en los días más céntricos del verano. Solo su 'hermana' Ski Egypt en El Cairo, propiedad de la misma empresa, podría acercarse a esos valores de trabajo.
Para llegar a esta nueva situación los dubaitís han sido mantenidos a raya con tecnología punta, como los cascos de policía capaces de detectar no solo la temperatura de una persona con tan solo pasar por su lado, sino enviar a los servicios médicos los datos de las personas con síntomas para que lo viniesen a buscar. También se han visto drones desinfectando calles y otras medidas que sean ideales o no, la realidad es que a día de hoy en los siete reinos de los Emiratos Arabes Unidos se han reportado 33.170 portadores de COVID-19 y tan solo 260 fallecidos.
Las directrices de confinamiento parece que han funcionado, pero ahora con la apertura de la vida normal, se va a seguir con medidas de protección. La máscarilla y el gel desinfectante como es habitual. En los cines, atracciones o el Ski Dubai, solo se podrá comprar las entradas on-line. Y de momento los restaurantes solo podrán llenarse a la mitad de su capacidad. En su interior, porque de momento a nadie se le ha ocurrido montar una terraza por aquella parte del planeta donde el sol puede deshacer hasta los manteles.
En Ski Dubai ya se han visto los primeros esquiadores. Con mascarilla, guardando la distancia en los remontes, y subidos en el telesilla de manera individual, a no ser que sea su pareja o familiar el que se monte también. Entre los problemas que se encontraron algunos usuarios, pues que la mascarilla en un ambiente tan frío y cerrado, se le humedecía demasiado.
Lo que no se ha abierto todavía son las playas públicas. Las privadas, pertenecientes a algún complejo hotelero, sí están operativas, aunque prácticamente vacías al no permitirse de momento la entrada de turistas.