En el añ0o 1955 se instala el primer remonte para alcanzar la cima de la Tosa. Era un telecabina de 2 plazas bautizado como el 'telehuevo', que iba desde Montana hasta prácticamente la cima de la Tosa donde se encontraba el recién inaugurado Niu de l'Áliga. Un fatal accidente obligó a detener el aparato y desmontarlo pocos meses después. Fue sustituido primero por un aparato llamado 'televent', y más tarde por dos telesillas biplaza de pinza fija en 1975. Uno era el Puig d'Alp (de montana hast el Puig d'Alp) y el otro se denominó Tosa d'Alp (desde Puig d'Alp hasta el refugio del Niu de l'Aliga). Funcionó hasta 1994. Desde entonces hasta el refugio solo llegaban aquellos que podían acercarse por sus propios medios, ya fuera con esquís o raquetas en invierno, o bien caminando en verano.
Este invierno la cima de la Tosa se abre a todos. Esquiadores y snowboarders. Montañeros y excursionistas. Peatones y senderistas. Y es que el nuevo tramo del telecabina, bautizado ahora como Cadí-Moixeró, acerca a todo el mundo hasta la puerta de entrada de uno de los Parques Naturales más espectaculares del Pirineo.
Desde allí arriba se puede contemplar los picos de tres comarcas: Berguedá, Ripollés y la Cerdanya, además de la ciudad de Barcelona, la torre de Collserola, Tibidabo y en dias especialmente claros, hasta la isla de Mallorca. Se puede entrar al Parc Natural del Cadí-Moixeró. Se puede también bajar esquiando. Y puede también quedarse simplemente en las terrazas del Refugi del Niu de l'Àliga.
La apertura de este segundo tramo era un objetivo largamente deseado. Ya en 1999 cuando se inauguró de nuevo el telecabina, la intención era seguir después hasta la cima de la Tosa, pero la crisis económica de 2008 retrasó las obras hasta este pasado 2019. Había muchas esperanzas con esta obra, pero el éxito está superando todas las expectativas.
Es cierto que toda esta temporada el viaje en telecabina tiene un precio especial de tan solo 7,5 euros, pero las buenas recomendaciones de los que ya han subido, ha hecho que la afluencia de pasajeros sea muy numerosa. Especialmente se ha incrementado el de peatones, es decir, personas que suben sin esquís, que sencillamente llegan a la Tosa para disfrutar de las vistas, caminar por la nieve o comerse un entrecot en el Refugi del Niu de l'Àliga, hoy por hoy el lugar de Catalunya donde se puede comer a mayor altura. Hasta ahora este honor lo tenía la cafetería -restaurante de Les Marmotes en Vallter 2000, que ahora se queda a tan solo 4 metros por debajo de la cima de la Tosa.
Y es que no hay que olvidar que además La Molina, con sus 2.537 metros, se ha convertido en la estación de esquí con la cota más alta de todas las que hay en el Pirineo Oriental, en las que se incluyen tanto las de la Cerdanya y Ripollés, como las que encontramos en el lado francés.
El nuevo tramo del telecabina Cadí-Moixeró abre un enorme abanico de oportunidades tanto a la estación como a los esquiadores. Quien llegue hasta allí arriba con sus esquís, se encontrará una superficie muy ancha donde todo es esquiable. Es una configuración muy típica de La Molina, donde a partir de las cotas medias a altas, se puede esquiar prácticamente por cualquier sitio.
Con la llegada del telecabina a la cima de la Tosa-2537 metros, se han abierto y ampliado nuevas pistas de esquí, la mitad de ellas azules y las otras son rojas que van hacia Coll de Pal, pequeña estación de esquí propiedad del Ayuntamiento de Bagà pero gestionada por FGC y conectada a La Molina por pistas y remontes.
Muchos esquiadores que ya han tomado sus primeras clases de esquí, han tomado esta zona como su nuevo espacio para practicar. Esquían hasta la estación intermedia del Telecabina Cadí-Moixeró, vuelven a subirse al remonte y una vez llegan de nuevo a la salida en el Refugi del Niu de l'Àliga, bajan de nuevo hasta la misma terminal. La facilidad de las pistas ha atraído a estos aficionados.
Otra particularidad de este nuevo tramo, es que puede funcionar de manera independiente, de forma que el remonte podría funcionar desde la base de La Molina hasta la antigua terminal de salida, actual parada intermedia. De la misma manera, podría adelantarse la temporada permitiendo subir a los esquiadores hasta la cima de la Tosa y esquiar solo en esa zona para regresar a final de jornada montados en el telecabina.
Pero si hay un tipo de usuario que está aprovechando mucho el nuevo tramo, es el peatón. Las oportunidades allí arriba son muchas. Desde darse un paseo caminando por la nieve en pleno contacto con la naturaleza y sin gente, a quedarse tomando el sol en la terraza del Niu de l'Áliga.
Y por supuesto, quedarse a comer en el Refugio observando unas espectaculares vistas a través de sus grandes ventanales. Aunque el Niu de l'Áliga es propiedad pública, la gestión es privada. De esta manera la cocina tiene un toque único. De hecho cada punto de restauración de La Molina está gestionado por particulares que tratan de darle su propia identidad. Es el caso por ejemplo del Restaurante El Bosc-La Molina con Agustí al frente de los fogones realizando un reconocidísimo trabajo.
Pues el Refugi del Niu de l'Áliga también tiene su propia identidad gastronómica que podemos reconocer en sus diferentes platos a la carta. Pero también ofrece dos menús, uno de ellos a 22 euros,y el otro a base de fondue de quesos por 29€/persona. Precios económicos sobre todo teniendo en cuenta la localización y la altura donde nos encontramos. También se hacen cenas, pero se ha de reservar con antelación porque la demanda es muy alta. Y para acabar, quien quiera podrá hacer una bajada esquiando bajo la luz de la luna si es que hay, o el de los focos del guía. La actividad es gratuita, pero hay que abonar un seguro de unos 5 euros. Para reservar puedes hacerlo con un e-mail a niudaliga11@gmail.com
Además de las nuevas actividades accesibles con este segundo tramo del telecabina, el Cadí-Moixeró abre también una entrada más al dominio esquiable La Molina+Masella, el segundo más grande de España y a apenas hora y media de Barcelona.
El acceso se hace mediante un forfait especial que permite tomar los remontes de ambas estaciones de esquí indistintamente. En La Molina tenemos ya el sistema manos libres, dentro de un ambicioso programa de FGC que busca automatizar el máximo de proceso de sus estaciones. Así, ya se puede comprar y recargar los pases on-line, y recogerlos en máquina de 'vending' repartidas por toda la estación.
El pase es válido también en Masella, donde aunque no tienen todavía este sistema, se esté estudiando implantarlo ya para la próxima temporada.
Si te has quedado con más, La Molina ha creado este apartado en su web donde podrás encontrar horarios, precios y todas las actividades: lamolina.cat/paseo en telecabina/