Marc Garriga, director del Parc Natural de l'Alt Pirineu, ha explicado que las colillas son muy tóxicas y además de contaminar afectan negativamente a la fauna de la zona, como el urogallo. Por otra parte, Gemma Tost, responsable comercial Ski Pallars, ha dicho que con esta iniciativa pretenden que los esquiadores sean más respetuosos con el entorno.
En el cenicero ecológico se puede leer "fumar mata, contaminar también!" y explica que una colilla puede tardr hasta dos años a desaparecer y contaminar hasta 500 litros de agua. Garriga ha explicado que puede llegar a parar al estómago de los pájaros como el urogallo y ser mortal. Por este motivo, se ha estampado en el cenicero ecológico una imagen de un gallo alertando de que "la nieve se derrite, los desechos, no!".
En la zona del macizo de l'Orri, en Port Ainé, hay unos 30 ejemplares de urogallo. Se trata de una especie amenazada a escala catalana y nacional, y por esto en la entrada de los próximos caminos en zonas de urogallo también se han colocado barrerras para dificultar el paso de excursionistas y rótulos indicadores de prohibido el paso.