A partir de esos años, el Heliski se ha ido expandiendo de forma global por todo el mundo, y aunque no todos los países lo permiten, existen bases de operaciones en Canadá, EE. UU, Alaska, Islandia, Groenlandia, Nueva Zelanda, el Himalaya indio, Nepal, Rusia, Turquía, Noruega (zona de Voss), Suecia, Finlandia, Argentina, Georgia, Chile y Suiza. De todas ellas, Canadá es el área más popular para el Heliski, con más del 90% del mercado global.
Dependiendo de cada país suelen usarse dos “modelos” de Heliski distintos, que son los conocidos por una parte el tipo “europeo” y por la otra el “canadiense”.
El modelo europeo considera al helicóptero como un taxi, de forma que lo que hace el piloto es simplemente dejar al grupo en una cima determinada (normalmente en unos puntos de aterrizaje ya acordados algún tipo de regulación), y son los esquiadores junto con un guía quienes se encargan de descender por su cuenta y regresar a la base. Esto último requiere mayor experiencia en montaña, ya que los desniveles suelen ser mayores y el terreno más variado, con más posibilidad de imprevistos. Los descensos suelen incluir terreno más escarpado y técnico, propio de la zona de los Alpes donde se practica, aunque todo depende de la zona elegida.
El modelo canadiense opera de forma diferente: establece normalmente un campo base en mitad de la montaña o un valle, desde donde se sube a los clientes a diferentes picos de un area determinada. Cuando los descensos de esta zona están 'agotados', se traslada el campo base temporal a otra parte, y así sucesivamente. Igualmente, el helicóptero se encarga de realizar el “transfer” de los pasajeros desde y hasta la base de partida.
Tradicionalmente, los viajes de Heliski solían ser de 3 a 7 días. El campo base se establecía en un hotel o lodge de madera perdido en medio de las montañas de Canadá donde el lujo y la gastronomía de primera clase eran los protagonistas. Pero en los últimos años, el Heliski se ha democratizado, bajando precios y ofreciendo muchas alternativas a los caros packs de una semana con todo incluido. Ahora tenemos múltiples opciones de vuelo que van desde los llamados “Helibautizos”, de una sola mañana, hasta la posibilidad de alquilar el helicóptero por horas, de forma compartida o en exclusiva con tus amigos.
En España, hasta hace poco tiempo la reglamentación no estuvo muy clara, pero últimamente se ha ido regulando esta modalidad. Actualmente la empresa Pyrenees Heliski es la única habilitada legalmente para practicar el Heliski en las montañas del Pirineo, y tiene un modelo de operaciones mixto, ya que si bien transporta a los clientes al 'estilo canadiense' con transfers y puntos de reunión entre bajadas, la característica única es que no existen por ley puntos determinados de aterrizaje, con lo cual el guía y el piloto pueden escoger, según las condiciones climáticas y niveles de cada día, el mejor descenso y su mejor vertiente.
Por contra, por ejemplo, en Suiza, existe una regulación muy estricta sobre donde puede aterrizar el helicóptero para descargar a los clientes, lo cual limita mucho la posible elección del terreno según el día. En los grupos, los roles están claramente definidos, y una reunión previa deja muy claro las funciones de cada persona y lo que hay que hacer en cada momento. Los guías y pilotos se toman muy en serio la seguridad de los clientes y ello se refleja en las severas medidas de seguridad que se adoptan. El guía pasa a ser el líder del grupo al que todos 'obedecerán', él se ocupa de cargar y descargar las tablas, indicar cuando bajar del helicóptero, decir por donde se efectuará el descenso, etc. Un pequeño fallo puede poner en peligro a todo el grupo, así que la coordinación es clave.
Al contrario de lo que parece en los vídeos de los profesionales, las bajadas suelen estar bien definidas, ya que el guía ha inspeccionado previamente la zona y ha dado el Ok para que los riders y esquiadores bajen por allí, verificando que no haya peligro. Y es que el guía es el responsable de verificar la seguridad tanto del terreno como de la nieve. Su principal enemigo: las avalanchas.
Antes de subir al helicóptero, el grupo ha recibido al menos las nociones básicas sobre el peligro de las aludes y cómo actuar en caso de producirse. Aunque lo normal es que las personas que practiquen el Heliski dispongan de conocimientos previos y del kit básico de seguridad (sonda + pala + ARVA), los operadores suelen prestar a los clientes el material necesario como en el caso de la compañía Pyrenees Heliski en Val d´Arán que pone a disposición unas mochilas de flotación así como él último modelo de DVA (Detector de Víctimas de Avalanchas) el Mammut Pulse S.
También equipan a sus clientes con reflectante RECCO y disponen de la antena RECCO en el mismo helicóptero por si fuera necesaria su utilización. La mochila tipo airbag que se hincha automáticamente en caso de alud, y permite a la persona 'flotar' por encima de la nieve y no quedar enterrada, es un sistema que sin duda redobla la seguridad en nieves inestables. Hay que tener presente que este material es sencillamente para minimizar riesgos y para disfrutar de la actividad con mayor seguridad, ya que el riesgo cero no existe pero si la disminución del mismo.
Todo ello permite que el Heliski no sea únicamente una modalidad para profesionales del esquí ( o del snowboard llamado entonces Heliboarding), sino que, contratando el servicio con un buen operador y en compañía de un buen guía, cualquier persona con un nivel medio en los dos deportes, puede disfrutar de esta increíble experiencia. Para los amantes del freeride y de la nieve polvo, el Heliski es un sueño llevado a la realidad: bajadas vírgenes e interminables que acaban al fondo de un valle donde el helicóptero ya está esperándote para la siguiente bajada..., si tus piernas aguantan claro...
Hay que tener cuidado porque todos los que lo han probado quieren repetir; el Heliski ejerce un poder adictivo, que hace que una vez has bajado del helicóptero ya estés calculando cuándo puede ser la próxima vez que empieces a oír las aspas del rotor girar, mientras compruebas tu ARVA, te abrochas la chaqueta y te lanzas a por esa pala llena de polvo recién caído y solo para ti y tus compañeros y por la que no ha pisado nadie todavía...
Como comentábamos anteriormente, Pyrenees Heliski es la única empresa certificada en España para realizar esta modalidad del esquí más salvaje, y cuenta con extras interesantes como la posibilidad de usar las mochilas auto-inflables de ABS airbag, que te pueden sacar de más de un apuro. ¿Y donde mejor que en el Valle de Arán, para estar más cerca del cielo que nunca y dejar fluir la adrenalina al realizar descensos en absoluta libertad? Su personal altamente cualificado, con guías certificados UIAGM y grandes conocimientos de la zona, conseguirán que te enganches al Heliski. Disponen de todo tipo de grupos y opciones de precio; seguro que alguno te encaja. ¡No tienes excusa para no volar!
Paralelamente a los servicios de Heliski clásicos, algunas estaciones de esquí como Vallnord o Grandvalira están ofreciendo packs de Heliski&Heliboarding que comprenden simplemente una o varias bajadas, con la característica de que los descensos se realizan en la estación o picos cercanos, con lo cual la experiencia es muy accesible (y más económica). Una buena manera de hacer un “aperitivo”...
Canadá, Alaska, Turquía, el Himalaya, Georgia, Groenlandia, Suecia, Kirguizistán o Uzbekistán, entre otros, disponen de servicios de Heliski, aunque te recomendamos que empieces por algo más cercano. Los expertos dicen que los Pirineos, con buena nieve, están al mismo nivel que cualquiera otra área más famosa del mundo. Aprovecha lo que tienes al lado de casa.