1.- Explora el paisaje con raquetas
Te proponemos una ruta fácil por los Pirineos de Cataluña sobre raquetas de nieve: un recorrido de 6,7 kilómetros y unas tres horas y media de duración. Parte desde la estación de esquí de Lles de Cerdanya y se adentra en los bosques de pino negro de la zona hasta la primera parada: el estanque del Orri. Paso a paso, seguirás ascendiendo hasta el punto más alto del recorrido, el Pla de les Someres, a 2.328 metros. Y para acabar descenderás hasta el refugio de Pradell para llegar al punto de origen, la estación de esquí.
2.- Desplázate a bordo de un trineo arrastrado por perros
Si eres de los que vive la nieve en familia, te animamos a recorrerla de un modo bien distinto: sobre un trineo arrastrado por perros. Y qué mejor sitio para probar esta experiencia que Pla de Beret, en Val d’Aran.
En el trineo podréis subir dos adultos y dos niños de cualquier edad. Os acompañará un musher experto que os guiará por los caminos de este safari blanco. La ruta comienza en Pla de Beret, a más de 1.800 metros de altura, y recorre 3,5 kilómetros de paisaje alpino. Entre otras cosas, cruzaréis un río helado y disfrutaréis de vistas privilegiadas. La experiencia ofrece una conexión única con la naturaleza y seguro que por un rato os sentiréis como una familia esquimal en plena Groenlandia.
3.- Inmersión bajo el hielo
Sí, has leído bien. En los Pirineos de Cataluña es posible bucear en un lago helado a una temperatura de entre 1 y 3 grados. Atrévete a enfundarte el neopreno y vivir esta experiencia tan especial.
Nada tendrá que ver con tus escapadas veraniegas en el mar. La flotabilidad y la presión atmosférica son distintas en un lago de agua dulce a esa temperatura y a más de 2.000 metros de altura. Y no solo eso: el panorama bajo una capa de hielo es espectacular gracias a los contrastes de luz creados por el sol que se cuela por el agujero del hielo y el oxígeno atrapado bajo la capa de agua helada. Podrás disfrutar de estos paseos subacuáticos de 10-15 minutos en el lago de Vall de Núria y también en el lago del Jabalí en Port Ainé.
4.- Ponte al límite con el snowboard
La práctica de snowboard es sinónimo de adrenalina. Las sensaciones se multiplican si además le añades montañas impresionantes y unas condiciones de nieve inmejorables como las que ofrecen las pistas de los Pirineos de Cataluña. Dos ejemplos: La Molina y Baqueira Beret.
Por su situación geográfica, ambas consiguen nevadas abundantes y disponen de gran variedad de montañas, por lo que hacen las delicias de los amantes del snowboard que buscan descensos únicos e irrepetibles a toda velocidad. Además, no solo ofrecen kilómetros y kilómetros de nieve que surfear, el resto de estaciones de esquí alpino catalanas cuentan con snowparks donde puedes desplegar tu potencial y practicar todas las modalidades de freestyle.
5.- Construye un iglú con tus manos
¿Te has imaginado alguna vez como sería ser un esquimal y tener un iglú? Ahora puedes descubrirlo en los Pirineos de Cataluña con tu familia o amigos y construir el tuyo para sentirte un verdadero esquimal.
No es necesario disponer de conocimientos ni tener ningún título de arquitectura. Los monitores de la Associació de Constructors d’Iglús de Catalunya te enseñarán cómo hacerlo. Ellos ponen la pala, la sierra y los guantes de goma. Los talleres se realizan los sábados a partir de las 9 de la mañana durante la temporada de nieve en un lugar de fácil acceso para poder desplazarte con comodidad. Solo necesitarás ropa para protegerte de la nieve y ponerte manos a la obra.
Más información: catalunya.com y visitpirineus.com