Este nuevo remonte, bautizado como Schaffürggli, se está montando en Madrisa, una estación de esquí que comparte forfait y area esquiable con Davos-Klosters, en Suiza. El aparato costará más de 10 millones de euros. Un dineral para un telesilla de seis plazas, pero hay que tener en cuenta que no se ha escatimado en comodidades, y el vendedor ha colocado todos los extras.
Así, además del laser que te mide, la barra de seguridad se baja automáticamente. El reposapies también se adapta individualmente a cada pasajero. ¿Asientos con calefacción? Pues apuntado. Y capota para que los más pequeños queden protegidos en los días de mal tiempo, también. Lógicamente no podía faltar el tapizado en cuero, y asientos mulliditos tipo sofá.
El telesilla tendrá una longitud de 1860 metros y ascenderá 510 metros de vertical durante siete minutos a una velocidad de 5 m/s transportando a un total de 2.600 personas por hora.
Y es que con un presupuesto aprobado para mejoras este año de más de 23 millones de euros, la situación se ve distinta. Con ese dinero ha entrado también la renovación del restaurante, cañones de nieve, y un nuevo estadio de estos que tan de moda se están poniendo últimamente para que los aficionados midan el tiempo en sus bajadas que incluye gradas con más de 1.000 asientos.