Lo cierto es que desde 2011, la silla biplaza que parte desde la cafetería de la base de la estación hasta la zona más alta del complejo, ha tenido que recibir varios empujones para seguir funcionando. Inversiones, como los más de 150.000 euros que se tuvieron que invertir en 2014 para la sustitución de cuatro pilonas del remonte del Cueto Negro en las que se habían detectado fisuras. En ese momento, la silla estuvo cerrada cerca de mes y medio. También hubo otra avería en el variador, que también hubo que arreglar. Y a todo eso se suman las revisiones ordinarias. Después de este gasto, el Principado ha dicho basta, y así se lo hizo saber en mayo a los agentes implicados en el sector de la nieve de Valgrande-Pajares.
El remonte no está ahora mismo para pasar la inspección, una especie de ITV, a la que habría que someterle este año. Y el coste de las reparaciones para que pueda seguir subiendo los usuarios al Cueto Negro se eleva a más de 300.000 euros. Cantidad que Deporte no tiene pensado asumir, ya que tampoco garantiza una vida útil de la silla mucho más allá de una temporada más. Eso sí, el nuevo telesilla desembragable tan demandado por los usuarios tampoco llegará a corto plazo. Y es que los siete millones de euros que cuesta son un escollo insalvable a día de hoy.
Para las entidades que el viernes firmaron en Lena un manifiesto para exigir el mantenimiento del telesilla del Cueto Negro, el servicio de este remonte "
Lo que si presentará Valgrande-Pajares la próxima temporada será la ampliación de alguna pista en la zona media, trabajos que se ejecutarán con personal de la propia administración durante la temporada de verano.
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