Los organizadores subrayan las ventajas de su propuesta, como el hecho de contar ya con infraestructura adecuada y una inyección en inversiones de 1.800 millones de francos suizos (1.600 millones de euros), de los cuales el Comité Olímpico Internacional (COI) aportaría 850 millones.
Calculan que los Juegos Olímpicos de Invierno inyectarían 1 .500 millones de francos a la economía local, y unos 85 millones en impuestos adicionales, además de 750 000 pernoctaciones en el sector hotelero.
Pero la candidatura de los cantones del oeste helvético compiten también contra otras dos más, también de sello helvético: Los Grisones planea una candidatura junto a Zúrich, mientras que Berna planifica otra, en asociación con Lucerna y Zúrich.
De ganar una de estas candidaturas, estos serían los primeros Juegos Olímpicos de Invierno organizados en Suiza desde 1948, cuando St. Moritz fue sede del último encuentro deportivo en suelo helvético. Esta misma ciudad los acogió en 1928.
En 1988 el 62% de los habitantes de Lausanne rechazaron en un referendum organizar los Juegos Olímpicos de 1994, que finalmente fueron a parar a Lillehammer (Noruega). Sion presentó dos veces candidatura. En 2002, que fue a parar a Salt Lake City, y en 2006, que se fueron a Turín. Hace tres años un 52,7% de los ciudadanos del cantón de Les Grisones rechazaron también una candidatura