El propio Director de carrera Markus Mayr ha podido comprobar a pie de pista las condiciones, y la falta de seguridad de que en caso de poder hacer nieve se pudiese mantener en óptimas condiciones como para organizar las dos pruebas con seguridad para los corredores y las corredoras.
Ahora se está buscando un hueco en el calendario para recolocar las dos pruebas, por lo que habrá una larga pausa de más de un mes entre la apertura de la temporada en Sölden (Austria) a finales de octubre y las próximos carreras que tendrán lugar el fin de semana del 28 y 29 de noviembre en Lake Louise (Canadá) y Aspen (USA) donde se organizan un Descenso y un Super-G masculino en la primera de ellas, un Gigante femenino para la estación de Colorado.
Entre las fechas que se barajan, las que mas suenan y tienen el aprobado mas que seguro de la FIS, son las de Courchevel para las mujeres el 21 de diciembre, y Madonna di Campiglio el 23 de diciembre para los hombres.
El Director de Competición de la FIS, Atle Skaardal, mostraba su decepción.