Pero el presidente de la FIFA se mostró categórico y afirmó que con las altas temperaturas que se alcanzan, "no se puede jugar en verano", "la fecha conveniente es a finales de año", en el ecuador de la temporada de la mayoría de las principales Ligas. Blatter reconoció que es "difícil" adaptar el calendario internacional a su propuesta oficiosa, pero recalcó que "el Mundial es tan importante como lo demás".
Enfrentamiento entre los dos fuertes de la FIFA
La fecha es importante puesto que de ella depende el éxito económico de los Juegos Olímpicos de Invierno. La principal fuente de ingresos llega de las televisiones. Ante una coincidencia de eventos, seguramente elegirían el fútbol, puesto que seria enorme el gasto económico que supone pagar los derechos televisivos del Mundial y los Juegos de Invierno. Pero los dos jefes del fútbol se enfrentan por las fechas. Mientras Blatter entiende esta situación y tampoco quiere enfrentarse al COI, principal perjudicado, Platini, Presidente de la UEFA, quiere jugar el Mundial de Qatar dentro del año 2022, y propone los meses de enero y febrero para aprovechar el parón invernal de la Champions y encajar ahí el Mundial, aunque entonces la patata caliente se la pasa a las federaciones nacionales, que deberían reorganizar sus Ligas y Copas nacionales.
Ahora falta conocer la opinión de Qatar, que ya ha dicho que ganaron su derecho a organizar el Mundial proponiendo que se juegue en junio y julio y que así les votaron, entre otros Blatter y Platini. El Emir de Qatar se va pronunciar sobre esto a principios de noviembre.
Pero Blatter tiene más apoyos que Platini. De hecho para las próximas elecciones presidenciales, Platini ya ha dicho que no se va a presentar por falta de apoyos. Tiene los de los pesos pasados de las Federaciones mundiales, es decir, los 59 de las europeas, pero Blater domina África (51 votos), Asia (43), Oceanía (10) y parte de los de Sudamérica (10) y Centroamérica (36). Y a la hora de votar el voto de Zimbabwe tiene el mismo peso que el de Alemania.