El estudio muestra que las posibilidades de supervivencia en la primera categoría de personas son dos veces más alta (22% contra 11%) que los de la segunda. En concreto, once personas más seguían con vida después de la activación de su airbag.
Sin embargo, los investigadores quieren recordar el airbag no protege por sí solo a estos amantes de las emociones fuera de pista. De hecho, este sistema no se activa automáticamente. En el 20% de los casos revisados ??como parte del estudio, esta bolsa de aire se mantuvo cerrado en la mochila de la víctima. Es más, en la mitad de estos fallecidos, su airbag no se abrió por un fallo del sistema técnico. De hecho hace unos días la empresa BS Airbag Avalanche, advertía a sus clientes que algunas unidades del Base Vario tenían un defecto de fabricación que hacía que se pudiesen romper o rasgar al activarse. La solución que daba la marca es substituir los cierres de velcro.