Jacques Ruchon es un empresario de Lyon que en el mes de Julio de 2013 se vendió su empresa A3R, orientada al asesoramiento de PYMES. Poco tiempo después le compró Skis Bohême a Dominique Reynaud, un emprendedor de Grenoble que mantiene una de las pocas marcas de esquí que quedan en Francia. Se hacen totalmente a mano, con el corazón de la tabla de madera de álamo y haya, y cubierta de especies menos comunes.
Ruchon es un enamorado de la marca, cliente habitual, pero que encontraba diferentes defectos de comercialización. "El producto es de una calidad excelente, pero la gente no lo conoce. Tiene un déficit de promoción que le limita, y eso que lleva 15 años en el mercado" afirma el nuevo propietario, quien sin embargo quiere destacar que eso no significa que quieran ponerse a hacer una venta de masas. Su mercado continua siendo el mismo, una clientela exclusiva, que ve los esquís en tiendas exclusivas de Megève, Courchevel, Val d'Isere, Gstaad, St. Moritz o Verbier, e incluso en exposición en restaurantes de alta gastronomía o hoteles de lujo. Todo esto se ha estado haciendo, pero según Ruchon, luego no se hace un seguimiento. Por eso su primer objetivo fue contratar a una empresa de comunicación en París con contactos en el sector del lujo.
También ha cambiado la sede del grupo a otro lugar con instalaciones mas grandes ya que quiere ampliar la producción de esquís de alpino con una linea de téxtil en piel y complementos en marroquineria que lanzará este mismo invierno. Al mismo tiempo se han metido en el mercado del snowboard y esquí acuático. Este verano ponían a la venta su primer modelo estilo retro, y lo mostraban en aguas del Mediterráneo. Y para el futuro no descarta meterse en lineas de relojes y hasta de monopatines, siguiendo la estela retro de la tabla náutica...
