Para el director de la estación de nieve de Valdesquí, "obviamente" la crisis influye, pero lo que asusta a la gente y los echa para atrás son las condiciones meteorológicas. En un buen día, Valdesquí puede llegar a recibir más de mil visitantes, pero con mal tiempo, apenas alcanzan las 200 personas. A pesar de no haber superado las espectativas, el ambiente primaveral que reina en la Comunidad de Madrid desde el pasado jueves ha dado un respiro a las estaciones de esquí, aunque todavía está por ver cómo termina la temporada.
Con otra temporada de esquí a punto de finalizar y con los responsables de las estaciones madrileñas haciendo malabares para obtener beneficios mayores año a año, en estos instantes apelan es a la esperanza y a que el buen tiempo les ayude a alargar lo más posible la época de esquís, trineos y tablas de nieve.
Sin embargo, La Pinilla prevé obtener similares resultados a la pasada temporada, gracias a la actividad comercial de su equipo. Ángel González destaca la estructura comercial planteada por La Pinilla desde hace dos años, con ofertas en los forfaits, actividades dirigidas a grupos, a colegios, etc., que salvará la presente campaña. A pesar de que las previsiones económicas apuntan a que la facturación bajará cerca de un 10 por ciento en comparación al año pasado, los resultados en relación a hace tres años darán una facturación superior en un 30 por ciento. El intenso trabajo que el equipo de La Pinilla desarrolla desde hace unos años en las instalaciones de Cerezo, con inversiones en infraestructuras y una buena estrategia comercial está dando resultados.
La Pinilla aguantará “como titanes”, en palabras de su gerente, hasta que el tiempo lo permita. De momento, son 9 los kilómetros esquiables que ofrece la estación, que permanecerá abierta hasta que cierren las últimas pistas, como Mirador, Pinilla y Gran Plató.