A los 20 años, después de dominar todas las competiciones que se disputaban en Mégeve, fue llamado por la Selección Nacional. Corría el año 1932. En su debut se convirtió en el primer medallista francés en unos Mundiales. En Murren logró la plata en el Descenso y en la Combinada. Siguió ganando, y de nuevo se convirtió en el primer francés en lograr una medalla olímpica, en concreto en Garmisch-1932 (bronce en combinada) donde el esquí alpino entra como modalidad olímpica por el apoyo de Hitler. Al año siguiente los Mundiales se celebran por primera vez en Francia. Chamonix acoge estos campeonatos internacionales y Allais se lleva nada menos que tres medallas de oro por el Slálom, Descenso y Combinada. En los de 1938, aun tiene tiempo de llevarse un oro y una plata por la Combinada y el Descenso.
Se retiró pronto del esquí por culpa de una grave lesión, y comienza a poner sus conocimientos al servicio de la creciente industria del esquí. A falta de propuestas en su estación natal, Mégéve, Allais se traslada a América, donde tanto en el norte como en el Sur, deja su huella. La Parva (Chile), Las Leñas (Argentina y las estadounidenses Telluride, Squaw Valley o Sun Valley son algunas de las estaciones que el desarrolló, la mayoría desde cero, donde inmediatamente entendió la importancia de algo tan banal actualmente, como una buena zona de aparcamiento.
De vuelta a casa, desarrolló en Francia grandes complejos invernales como Courchevel, La Plagne, Vars y Flaine, todos ellos con su firma. El año pasado durante una entrevista a una revista francesa, todavía se mostraba rebosante de ideas, recordando la importancia de las zonas peatonales en las estaciones, y al mismo tiempo encontrar un desarrollo adecuado para la clientela extranjera.
También ayudó a la creación de material de esquí para Rossignol, donde fue asesor técnico en los años dorados de Boix-Vives. Suyos fueron los Allais 41, de madera, y finalizó con los Allais 60, los primeros de metal. Para la marca gala desarrolló también los primeros esquís anchos específicos para el heliski en Canadá.
También fue un precursor en la técnica del esquí. En 1937 creó la Escuela Nacional de esquí, de la que fue el primer monitor y mas tarde el director técnico e implanta su método de enseñanza francés. Sus conocimientos son exportados luego a Portillo para entrenar a la selección nacional del Canadá para los Juegos Olímpicos de Saint Moritz en 1948, y luego a los estadounidenses para los de Oslo en 1952.