La segunda, Kirkwood, es el esquí en su estado natural, donde lo importante no es el servicio ni como subes, sino lo que te vas a bajar. La estación es la que más nieve recibe de entre todas las que están en el Lake Tahoe, y el Lake Tahoe recibe mas nieve que Colorado, Utah, Wyoming o Nuevo México. Sus descensos son en general para expertos, y allí encontramos muchas pistas Negras, Diamante y hasta Doble Diamante. Es complicado encontrar algo parecido en nuestro país, pero es como si Aramón comprara Tavascán, la vistiera de 'verde' le metiera restaurantes uniformados, Dj's y empezara a presentar un desarrollo urbanístico a pie de pista.
Claro, ante tal panorama los foros y comunidades de esquiadores americanos hervían estos días de gente que creía que lo que había ocurrido era un 'sacrilegio' a uno de los últimos reductos del esquí salvaje en el país, y por descontado acabar con la última de las estaciones independientes que quedaba en el 'Lake Tahoe'.
En 2010 aparece un nuevo participante en el tablero: KSL Resorts. Se trata de una filial de KSL Capital Partners, montada por antiguos directivos de empresas que gestionan estaciones de esquí, que lo primero que hace es comprar nada menos que Squaw Valley tras dejarse unos 70 millones de dólares y presentar un plan para invertir otros 50 millones de dólares mas. Ante esta situación Vail mueve ficha y se queda Northstar-at-Tahoe por 68 millones de dólares, y KSL vuelve a mover ficha y se queda con su vecina Alpine Meadows. La respuesta de Vail la conocimos hace unos días quedándose Kirkwood por un precio 'chollo' de 18 millones de dólares. Y ya no queda mas para comprar allí, a no ser que se negocie con otras corporaciones, lo cual hace además que el dinero de los esquiadores locales acabe 'volando' a tierras lejanas, hasta las sedes de estas grande compañías.
Pero la realidad, como muchos locales han empezado a decir, es que los dueños de Kirkwood hacía tiempo que se dedicaban simplemente a mantener la estación como buenamente podían, y claro, "está bien bajar esas impresionantes palas, pero sino podemos llegar, de que nos sirven" tal como relataba alguien en un comentario refiriéndose a los anticuados remontes que empezaban a sufrir los esquiadores, además de no poderse tomar una taza de café en un lugar decente al acabar la jornada.
Lo primero que hace Vail Resorts, y ya hemos podido ver en Northstar-at-Tahoe adquirida hace un par de años, es colocar nuevos telesillas, mejorar los restaurantes y tratar de desarrollar un entramado hotelero a través de su filial Rock Resorts, pero parece que tienen claro, según declaraciones en la prensa estos días de sus directivos, y para alivio de los locales y mas fieles, es que han comprado Kirkwood por lo que es la estación, el tipo de cliente que va y la experiencia alternativa que le pueden dar a los poseedores del Epic Pass. Así que los locales esperan que les renueven las instalaciones y puedan garantizarles que subirán cada día para descender por este Salvaje Oeste de un Lake Tahoe que se está convirtiendo en un destino de primer orden en Norteamérica, en dura pugna con Colorado o Utah.