La ola de frío que azota Europa y los Alpes y las cantidades exageradas de nieve que se acumulan en muchas estaciones europeas han disparado la demanda de billetes en la mayoría de líneas de alta velocidad que cruzan la Unión Europea. Por primera vez, la Gare de Lyon de París ha vivido situaciones cercanas al colapso en sus andenes, fruto de la aceptación que el TGV tiene en Francia, un país amante del esquí y la montaña que sigue aparcando año tras año una cantidad mayor de vehículos en sus garajes, con las ventajas en ecología y seguridad que ello conlleva. Pero no solo la Gare de Lyon se está quedando pequeña, en Paris, Londres, Bruselas, Rotterdam, Amsterdam, Nuremberg, Munich o en Berlín, los TGV, Eurostar, Thalis y los ICE alemanes van totalmente llenos, demostrando la tendencia europea de viajar a la nieve en tren, con los esquís y el equipaje a mano y sin problemas ni controles absurdos.
Pascal Loilier nos pone ejemplos: desde Londres (Eurostar) y Amsterdam (Ski Thalys), se puede llegar hasta Albertville, Moutiers Salins, Aime la Plagne (La Plagne), Landry y Bourg St. Maurice, conectando con el funicular de Les Arcs y con lanzaderas hasta Val Thorens, Courchevel, Meribel, Tignes y Val d´Isere, por poner solo unos ejemplos.
En avión, volar a los Alpes desde Londres, Bruselas o Amsterdam obliga a los esquiadores a desplazarse desde Ginebra, Lyon o Turín hasta las pistas, sea en tren o alquilando un vehículo. Al tiempo de vuelo hay que añadir los desplazamientos con todo el equipo de esquí hasta el aeropuerto, la facturación (no todas las compañías aceptan esquís gratis), los controles, el embarque y la salida del aeropuerto hasta el destino. Si los vuelos entre el Benelux y los Alpes, por regla general suelen durar algo menos de dos horas, a este tiempo hay que añadirle unas dos horas previas al vuelo (mínimo) y unas dos o tres horas hasta la estación de esquí (dependiendo del tráfico, la distancia, el estado de las carreteras o la conexión ferroviaria posterior). Hoy en dia, los Thalys desde Holanda y Bélgica y los TGV desde Francia han mejorado muchísimo sus tiempos de llegada hasta Bourg St. Maurice.
Tiempos aproximados hasta las pistas:
Amsterdam Central - Aime La Plagne: 8h
Amsterdam Central - Bourg St. Maurice 8h - 17min
Bruselas sur (midi) - Aime La Plagne: 5h - 47min
Bruselas sur - Bourg St. Maurice: 6h
Paris Gare de Lyon - Bourg St. Maurice: 4h - 42min.
Paris - Munich: 6h - 12min.
Paris - Perpignan: 5h - 15min
Paris - Figueres: 5h - 40min
Hamburg - München: 5h - 30min
Frankfurt - München: 3h - 10min
Hoy en día, los trayectos entre Londres, Amsterdam, Bruselas, Paris y Lyon se realizan a mas de 300km/h, a través de las vías propias del Eurostar y el Thalys y del TGV dentro de Francia y a partir de Lyon y Valance siguen avanzando por vías convencionales a unos 120-150km/h. Al llegar a las zonas de montaña mas cerradas, la velocidad disminuye, pero los esquiadores no tienen que cambiar de tren, algo que consideran como una gran ventaja, ganando en comodidad y en tranquilidad. Los trenes ofrecen la posibilidad de conectarse a Internet, de enchufar aparatos electrónicos, de comer en el restaurante-bar o de dormir cómodamente, pues el espacio es mucho mayor que en un avión, y si se viaja en 1ª (con excelentes ofertas) la comodidad es espectacular. Los TGV Lyria siguen llegando hasta Ginebra, Lausanne, Berna, Basilea, Zurich, Sion, Sierre, Leuk, Visp, Brig e Interlaken y los TGV Est Europeen alcanzan hasta Munich, conectando hacia Garmish-Parterkischen e Innsbruck.
Los ICE alemanes también llegan hasta el corazón de los Alpes suizos y mas allá, conectando las principales ciudades alemanas entre si y a nivel internacional con Austria (Viena, Innsbruck), Bélgica (Bruselas, Liège), Dinamarca (Copenhagen, Arthus), Francia (Paris), Holanda (Amberes, Utrecht, Amsterdam) y Suiza (Zürich, Basilea, Berna, Interlaken).
El Eurostar realiza el trayecto directo entre Londres (St. Pancras) y Moûtiers, Aime-La Plagne y Bourg St. Maurice del 17 de diciembre al 14 de abril.
Francia aportará el 42,1 por ciento. La fase 1 comprende un túnel base de 57 kilómetros bajo los Alpes, entre Saint-Jean-de-Maurienne, en Francia, y Susa, en Italia. Ciaccia afirmó que ??
En Francia, las líneas de TGV conectan más de 200 destinos, asociando a la eficacia de la red, la calidad de servicio y confort, así como unos precios más que competitivos.
Cada día, e incluso cada hora en determinados destinos, se realizan conexiones directas de centro urbano a centro urbano con las regiones del Sudoeste, del Norte y del Mediterráneo, así como con la región de Bretaña, Bourgogne y Franche-Comté o los Alpes y Hautes-Alpes, sin olvidarnos de Île-de-France. Por otro lado, gracias a Estrasburgo y sus tres nuevas estaciones construidas en la línea de alta velocidad, TGV propone nuevas conexiones directas desde Alsacia, Lorraine y Champagne-Ardenne con destino al resto de Francia.
Texto y fotos: Víctor Riverola.