McClatchey ha llevado a cabo experimentos en el parque nacional de Cairngorms con un envoltorio de burbujas utilizado para cubrir piscinas al aire libre. Según él, los puntos débiles en una pista, donde la nieve se derrite más rápido que en el resto de la pendiente, se podrían proteger para
prolongar su uso.
Métodos similares han sido probados en los Alpes y en América del Norte. Sin embargo, McClatchey dijo que podría funcionar mejor en Escocia debido a
la falta de sol para calentar el plástico.
"Disminución constante"
El climatólogo ha estado estudiando la disminución de las jornadas de esquí en Escocia en los últimos 30 años, como parte de una investigación más amplia sobre el cambio climático. En una entrevista a la
BBC, afirmó que
"Lo que está claro es que ha habido una disminución constante, aunque muy variable de año en año. La disminución conforme avanza el tiempo es de dos días al año para el área de esquí de Cairngorms".
Usé cubiertas simples, cubiertas dobles y otras pintadas de color plateado para aumentar la reflectividad del material".
Marian Austin, de la estación de esquí escocesa de
Nevis Range en el área de Lochaber, señaló que el método podría ser muy útil en años con menos nieve.
"La idea de hacerlo con un envoltorio de burbujas es novedosa. Anteriormente, tuvimos un estudiante que consideró todo tipo de materiales para mantener la nieve y definitivamente parece que cubrirla ayuda a prolongarla.
Nuestra única preocupación sería que el viento desplace el plástico de burbujas, por lo que tendría que haber un método para mantenerlo en su lugar".
Curiosamente esto llega en
uno de los mejores momentos para el esquí en Escocia, con varios años seguidos en que hay tanta nieve, que se está alargando la temporada hasta el mes de Junio. Luego incluso algunos aficionados siguen esquiando, aunque ya sin la ayuda de los remontes.