¿Lo conocéis desde otra perspectiva?
Cara posterior del Veleta
Ha primeros de Mayo, concretamente el día 9, aprovechando la abundante nieve que aún quedaba, pudimos ponernos de nuevo los esquís de travesía y hacer una divertidísima excursión al Cerro de los Machos.
Nieve a patadas
Los Machos, como se le llama normalmente, es un pico de 3324 m., cuya cumbre redondeada, sirve de increible mirador panorámico desde donde se divisa toda Sierra Nevada.
Para llegar a él hay hubo que bordear el Veleta foqueando desde el Albergue Universitario. Durante la primera parte de la excursión y hasta el refugio de La Carihuela, hicimos la misma ruta que dos días antes para llegar a la cumbre del Veleta.
Cerro de los Machos desde la cumbre del Veleta
Hasta aquí fue fácil pero la cara sur del Veleta es mucho más agreste, peligrosa y desconocida para nosotros en invierno. Menos mal que ibamos con Manolo Jimenez, guía profesional de montaña y gran conocedor de la zona.
Lo bueno, que el itinerario discurre entre vistas al mar y a la montaña.
Vista de la Alpujarra
Este día el calor apretó y a lo largo de la subida nos quedamos sin agua. Hubo que rellenar las botellas aprovechando el deshielo.
Cogiendo agua antes de la última subida
Aunque desde la misma Carihuela es posible hacer una díficil diagonal por la zona conocida como los Vasares del Veleta hasta casi la cumbre de los Machos, para primerizos como nosotros en esto de subir por la nieve, es mejor hacer primero una pequeña bajada para después cojer una diagonal más fácil y subir toda la loma.
Travesía hacia los Machos
Cara sur del Cerro de los Machos
Una vez en la cumbre, comenzaba lo bueno. Tras deleitarnos con las vistas, comer algo y hacernos las fotos de rigor, nos esperaba una interminable bajada.
Foto en la cumbre con Alcazaba y Mulhacen detrás
El Veleta visto desde la cumbre del Cerro de los Machos
La bajada acababa en lo más profundo de la cara norte del Veleta, en la zona conocida como los Corrales del Veleta.
Sin duda fué la mejor bajada fuera de pista que he hecho en mi vida. Conforme bajabamos nos acercabamos a la pared del circo del Veleta.
Es una visión simplemente sobrecogedora. Es enorme, totalmente vertical. Impone y enamora. Te deja inmovil, prodría pasar horas contemplándola de nuevo. En medio, el famoso canuto, que desde abajo no se ve tan vertical, aunque si muy estrecho.
Y al fondo, unas alucinantes y majestuosas dunas de nieve.
Dunas en los Corrales del Veleta
Una vez terminado el descenso, tocaba salir de los corrales, regresar a la zona de pistas y esquiando volver a nuestro punto de partida.
La enorme pendiente y la estrechez del "camino" nos impedían ponernos los esquis bajo los pies. Al final tocó cargar con los esquís sobre la espalda y continuar caminando.
Se acabó lo bueno... o empieza!
Menuda pendiente...
La subida no fué facil, en cada paso nos enterrabamos hasta las rodillas. Algunas zonas llegaban a ser incluso peligrosas, pero conseguimos llegar hasta arriba, saliendo justo algo por encima de donde termina el telesilla Stadium.
El tramo final fue el más duro y divertido
Y para sorpresa nuestra nos encontramos la pista Rebeco perfectamente pisada.
Supusimos que preparada para el entreno de MJ Rienda.
Y como también supusimos que no le importaría, y en el fondo somos esquiadores, !no pudimos resistirnos a la tentación de darnos un pequeño homenaje!
¡Ahí quedan las huellas!
Esta sí que ha sido la última esquiada de esta extraña temporada.
Y sin duda la mejor.
Feliz verano a todos y a todas
