El día despertaba nublado, pero con visibilidad, así que después de madrugar un poco, me puse al volante para recorrer las 3 horas que me distanciaban del objetivo del día, la estación de Remarkables en los alrededores de Queenstown.
El viaje nuevamente muy entretenido con los paisajes que me iba encontrando, escoltado por la montaña mas alta de Oceanía, “Monte Cook”. Para el que le interese acercarse a ella, a la mitad del camino que va del Lago Tekapo a Arrowtown se encuentra señalado el camino que te conduce a la base de la misma. La falta de tiempo y el seguro del vehículo que no te autoriza a circular por esa carretera me impidió acercarme a la misma, así como visitar un museo muy popular en la zona, que homenajea a un lugareño muy famoso por esta tierra llamado Sir Edmun Hillary, seguro que a alguien le suena.
Antes de llegar a Queenstown se encuentra el desvío a las estación de Remarkables, donde un desvío a la izquierda te invita a subir un señor puerto sin asfaltar, como en casi todas las estaciones de Nueva Zelanda con el fin de respetar la naturaleza. Las vistas son increíbles en todo momento y te empieza a recordar el paisaje de alguna película.
Esta es una de las estaciones mas populares para los aficionados al freestyle ya que tiene un increíble snowpark, o mejor dicho tres, uno para cada nivel de esquí, donde trasforman pistas largas poniéndoles toda serie de retos.
Zona Central con pistas asequibles
Kea o Loro de la nieve
Esta estación quizás me defraudo un poco, porque la nieve estaba transformada, y tratar de salirte de las pistas con esa calidad a veces se hacía difícil, y el cansancio del dia anterior estaba presente.
A las 3 horas de estar allí, el tiempo empezó a cambiar repentinamente, el cielo se cubrían completamente y el viento comenzaba a soplar con fuerza, llegando a verse los primeros copos de nieve, motivo por el cual tocaba adelantar el fin de la jornada de esquí ya que la cosa se podía complicar al tener que regresar conduciendo un vehículo de 6,60 m por una carretera sin asfaltar con nieve y barro.
Afortunadamente tome esa decisión, ya que al día siguiente las estaciones estuvieron cerradas, y en algunas como la del Mt Hutt, 2.000 esquiadores se habían tenido que quedar incomunicados a dormir en la estación, debido a que el aire alcanzaba los 200 km/h.
Esa noche me alojé en el pueblo que da entrada al Parque Nacional de los Fiordos “Fiordland”, llamado Te Anau.
Mildford Sound no tiene mucha relación con el mundo del esquí, pero si uno esta en la zona es un delito no ir a ver uno de los paisajes mas bellos del mundo. Según alguna encuesta de Internet, ha sido elegido como el lugar mas bonito del planeta, y la verdad después de visitarlo me ha resultado impresionante.
Para llegar a Mildford Sound hay que ir por la única carretera transitable que existe dentro del Parque Nacional de los Fiordos.
Barco preparado para la aventura
La primera imagen del viaje te recuerda al final de alguna pelicula
Multiples cascadas de agua rompen el silencio
En ocasiones el barco te permite tomar una refrescante ducha.
Todo muy bien orientado para disfrutar de la naturaleza, ya que en todas las zonas existen lugares habilitados para parar el coche, y poder bajar a recrearse con el paisaje, sacar alguna espectacular foto, o si tienes tiempo aparcar y hacer una de las cientos de rutas que te llevan por esos frondoso bosques en compañía del famoso helecho gigante o árbol del helecho, único en este lugar del mundo y uno de los símbolos de este país
Al parar a comer otro Kea se me aproximo a la caravana en busca de una galleta
CAPÍTULO 4 - QUEENSTOWN, CORONET PEAK Y CARDRONA