Estos son un conjunto de recomendaciones y alicientes para seguir disfrutando de la nieve de La Molina en las mejores condiciones posibles en este tramo de la temporada, ya marcado por los días largos y la subida progresiva de las temperaturas.
Cinco recomendaciones
1 • En pistas con crema protectora
Imprescindible. Untarse con crema protectora solar, ya que durante la primavera el sol, que ya tiene una incidencia muy perpendicular, con el añadido del reflejo de la nieve que multiplica sus efectos, hacen más necesario que nunca proteger nuestra piel. Si se tienen dudas sobre el factor de protección, consultad con vuestro dermatólogo de confianza. En mi caso uso protección 50 o extrema de Bunker.
2 • Proteger los ojos del sol de primavera.
Como en el caso de la piel, esta es una cuestión que pide especial precaución. La incidencia de rayos UV es ahora más perpendicular que en diciembre o enero. Además, aparte del reflejo de la luz solar en la nieve y que puede afectar a nuestros ojos, debemos tener presente que el día gana horas de sol y nuestros ojos están más expuestos que en el resto de los meses del año. Si también tiene dudas sobre el grado de protección de las lentes, consulte con su óptico de confianza.
3 • La nieve se transforma según el paso de las horas y según cotas.
En las primeras horas del día la nieve está más dura, por efecto del rehielo. Cuando abren pistas, a las 9 de la mañana, es conveniente esquiar en las pistas de cotas bajas, que serán las que primero empezarán la transformación de nieve dura a nieve “quema”. A partir de las 11 de la mañana y hasta la 1 de la tarde, deberemos empezar a buscar pistas de cota más alta, en las que la transformación de la nieve llegará con un decalaje de un par de horas respecto a las pistas más bajas.
4 • Terminar la esquiada en pistas orientadas a norte y de cota alta.
A partir de la una de la tarde se desliza por las pistas que hayan sido menos frecuentadas y de orientación norte. Si eres de los que les gusta amortizar el forfait y no desea dejar de esquiar hasta las 4 de la tarde, procure deslizarse en cotas altas y por los laterales de las pistas, que suelen estar menos frecuentados por el paso de los esquiadores y, por tanto, ofrecen nieve menos transformada.
5 • Empezar temprano nos da más margen de maniobra.
Teniendo presentes los puntos tres y cuatro, y que, en consecuencia, son variables a considerar y que pueden variar según la meteorología de cada día, lo mejor que podemos hacer es empezar a esquiar temprano. Así podremos jugar con un buen margen de maniobra para adaptar nuestra esquiada a la progresiva transformación de la nieve. Si sabemos hacerlo, disfrutaremos de una magnífica esquiada sobre nieve “crema”.
Cinco alicientes
1 • Menos esquiadores en pistas.
En primavera, la frecuentación de esquiadores en pistas es baja. Podremos esquiar disfrutando de más espacio para nuestros giros y muchos ratos con esa sensación única de que la “pista es nuestra”. Será el momento de poner a prueba los giros anchos ya mayor velocidad.
2 • Días largos y alegres que invitan a disfrutar de la montaña.
Esquiar en esta época es hacerlo en condiciones de luminosidad especial que lo hace muy agradable. Todos nos sentimos más alegres y predispuestos, así que quizá sea el momento propicio para empezar a aprender aquella modalidad que tenemos pendiente. ¿Cuál no ha probado nunca de estas: Telemarc, snowboard, skimo o el alpino?
3 • Contribuimos a mantener unos puestos de trabajo.
Visitar La Molina para esquiar en marzo y abril es lo mismo que decir que ayudamos a dinamizar la economía de las comarcas del Ripollès, el Berguedà y la Cerdanya. Con nuestra presencia en pistas ayudamos a mantener abiertas unas instalaciones que necesitan unos trabajadores y todo un entorno de establecimientos (bares, restaurantes, hoteles, tiendas de venta, reparación o alquiler, áreas de servicio…) que dependen de la nieve.
4 • Esquí más cómodo.
Debido a que las temperaturas han subido, esquiamos con menos ropa. Esto nos permite practicar un esquí más cómodo, más liberado de peso y movimientos. A los esquiadores más pequeños de la casa, esta posibilidad, la de ir más ligeros de ropa, les gusta especialmente.
5 • Disfrutar de la gastronomía.
Y finalmente, porque hacer un buen aperitivo en cualquiera de las terrazas de La Molina, o comer en un restaurante de los pueblos de la Cerdanya, Ripollès o Berguedà, es una magnífica manera de redondear nuestro día en pistas. Seguro que lo habremos ganado. Nuestro lema: mientras quede un solo remonte abierto, seguro que nos vemos en La Molina.
Nuestro vídeo de 1 minuto y 20 segundos del lunes 10 de marzo en La Molina (en catalán).
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