Unos brazos quietos ayudan a esquiar mejor. Sabemos que un exceso de rotación de la cadera hace perder el apoyo en el esquí exterior. También sabemos que el movimiento de los brazos puede inducir una rotación indeseada de la pelvis, por la conexión entre el trapecio y el dorsal mayor. O sea, que los brazos mal empleados pueden hacernos rotar y perder el apoyo. Por eso, entre otras cosas, se suele estar de acuerdo en que una posición de los brazos adelantada y abierta es beneficiosa para esquiar. Con leves matices según disciplinas y estilos personales, todos los buenos atletas de todas las disciplinas esquían con los brazos más o menos fijos y disciplinados, abiertos y adelantados en mayor o menor grado. Algunas escuelas, incluso, utilizan una posición de brazos para mi gusto excesiva, pero respaldada en los argumentos, en absoluto caprichosos, que explicamos más adelante.
El trapecio se conecta con el dorsal ancho y éste, a su vez, con la pelvis. De este modo, una rotación del hombro puede inducir una rotación de la cadera. Foto: Medical gallery of Mikael Häggström 2014. En la foto de abajo, observamos el sutil efecto - seguramente solo momentáneo - incluso en una atleta del mayor nivel. Foto: Getty Images. Taina Barioz, Sölden 2010. USSA GS technique and tactics Manual.
Esa postura de los brazos abiertos también afecta a la posición del centro de masas, desplazándolo hacia adelante o hacia afuera de la curva, para transferir más presión al esquí exterior. No hay ni que mencionar que todo ello mejora el equilibrio. En fin, hay media docena de razones relacionadas con la física, la biomecánica o la cinestesia para llevar los brazos separados del cuerpo, con los codos por delante de los hombros y las manos adelantadas, usando si es posible solo el movimiento de las muñecas para mover el bastón. Y además hay un enfoque adicional para explicar la necesidad de llevar los brazos abiertos, más o menos fijos, y no cimbreando, colgando o demasiado pegados al cuerpo, que me ha pasado amablemente el forero Javi_Tron.
Abajo, Richard Berguer, considerado uno de los mejores demostradores austriacos de todos los tiempos, y que ha influido poderosamente en el enfoque de numerosas escuelas y profesionales actuales (Japón, Corea, Nueva Zelanda, Australia, Canadá...), muestra una postura sólida de brazos que favorecen una posición adelantada y sobre el esquí exterior, en una secuencia del libro "Esquí, rendimiento y emoción" (Desnivel, 2006)
Se ve muy gráficamente en el patinaje artístico; cuando los atletas quieren rotar más rápidamente cierran los brazos, ya que así disminuyen su momento de inercia. Al abrirlos, lo aumentan y dificultan la rotación del cuerpo. Resumiendo, mucho, y usando las palabras del propio Javi,” El momento de inercia de un cuerpo (…) mide la resistencia a los cambios en la rotación de un objeto (…) depende de su forma, de la distribución de su masa, y de la posición del eje de rotación (…) un cuerpo con un momento de inercia muy grande tendrá más dificultad para (…) cambiar la velocidad angular de giro si ya está girando a una cierta velocidad, le costará más cambiar esa velocidad…
Imagen: wikipedia
Aplicado al esquí, si uno lleva los brazos colgando o muy pegados al cuerpo disminuye su momento de inercia, con lo que corre más riesgos de sobre rotar y, por tanto, perder el apoyo en el exterior, derrapando… Es algo tremendamente fácil de comprobar en la práctica, pero no deja de ser intelectualmente estimulante buscar estas explicaciones científicas que refuerzan lo que confirmamos a través de la práctica o la intuición.
Gracias Javi_Tron y ¡Buenas huellas!
Carolo, 2018