Como hablamos anteriormente, la personalidad es algo complejo como para ser explicada por una sola teoría. Existen diferentes en las que cada una clasifica distintos rasgos en diversas cantidades. Una de las más aceptadas actualmente es la del psicólogo Hans Eysenck, el cual propuso un modelo que abarca a la mayoría de las personas: extraversión, introversión, neuroticismo y psicoticismo.
Tanto la extraversión como la introversión son rasgos esenciales de la personalidad en cuanto a la regulación de la conducta. La gran diferencia radica en la reacción frente a los estímulos externos al esquiar. El nivel de estímulos externos que el esquiador extrovertido considera normal, puede ser excesivo para el introvertido. En otras palabras, el esquiador introvertido, a diferencia del extrovertido, tiende a buscar situaciones con poca estimulación, por lo que parece calmo y solitario.
Si presentamos un rasgo tendiente a la extroversión, nuestras características son:
- Nos energizamos a través del mundo externo.
- Tenemos tendencia a la verborragia y a pensar mientras hablamos.
- Somos de naturaleza sociable. Sentimos la necesidad de realzar nuestro ego y nuestra autoestima al actuar frente a los demás.
- Aprendemos atendiendo a los acontecimientos y a la información dada.
- Decidimos utilizando la lógica y los modelos objetivos.
- Afrontamos al esquí juzgando, siendo estructurados, decididos, y organizados.
- Tendemos a desafiar situaciones que comportan riesgos debido a un menor nivel de vigilancia.
- Evocamos intencionadamente experiencias felices para alegrarnos.
- Dada nuestra sensibilidad a la monotonía, somos propensos a la búsqueda de la novedad. Esto nos hace proclive a errores por fatiga y a accidentes, aspectos que son compensados por nuestra manera de ver las cosas y nuestra buena eficacia personal.
- Solemos retener de nuestras experiencias solamente lo que nos interesa, lo demás pasará inadvertido y no lo registraremos.
En la tendencia a la introversión, el esquiador posee un sistema adaptativo tendiente a la evitación para preservarse de consecuencias indeseables provenientes del entorno. Esta función anticipatoria se caracteriza por una actitud vigilante de las amenazas que determinan una conducta orientada hacia la seguridad.
En una tendencia hacia la introversión, presentamos las siguientes características:
- Demostramos sensibilidad a los estímulos ambientales por lo tanto debemos defendernos de los excesos para poder mantener un nivel de activación óptimo.
- Nos retrotraemos hacia nuestro mundo interno para obtener nueva energía y regenerarnos.
- Somos tímidos y socialmente menos desenvueltos.
- Somos propensos a escuchar y a pensar antes de hablar.
- No dependemos de las recompensas externas para funcionar.
- Tenemos tendencia al autodiálogo.
- Buscamos un estado de ánimo neutro.
- Aprendemos intuitivamente y en un ambiente tranquilo, atendiendo las posibilidades y patrones globales.
- Somos competentes en la visualización, por lo que orientamos nuestro aprendizaje atendiendo imágenes mentales.
- Afrontamos al esquí percibiendo, siendo flexibles y adaptativos.
- Tenemos tendencia a ser introspectivos, planificadores, opuestos a los cambios, ordenados, algo pesimistas, con valores éticos, cautelosos, reflexivos, perseverantes, confiables, y nos sentimos a gusto esquiando solos.
El neuroticismo es la respuesta del sistema nervioso, en particular del sistema límbico, al estrés. Las características del esquiador neurótico son la inestabilidad emocional, el alto nivel de ansiedad, la baja autoestima, la propensión a la culpabilidad, y la condición de preocupación permanente sobre las propias emociones negativas al esquiar.
Si exhibimos las siguientes características, estaremos actuando bajo una tendencia hacia el neuroticismo:
- Tendencia a sentir los efectos negativos en situaciones de estrés.
- Presentamos pensamientos nocivos y preocupación arraigada debido a una interpretación sesgada del esquí.
- Somos propensos a privilegiar el canal afectivo, la toma de riesgos, y la falta de atención por el incremento del estrés.
- Exhibimos reacciones emocionales debidas a nuestra vulnerabilidad frente a contextos percibidos como amenazantes.
- Tendemos a padecer ansiedad u obsesión ante determinadas situaciones en la montaña a las que reaccionamos exageradamente.
- Manifestamos dificultad para retornar a la estabilidad emocional.
- Somos impulsivos y lo demostramos esquiando de acuerdo a nuestras emociones, las cuales varían permanentemente, por lo que nos es difícil alcanzar un buen rendimiento.
En otro segmento de la clasificación, Eysenck propone el psicoticismo, el cual es caracterizado por la tendencia a la agresividad y la hostilidad exhibida en conductas impulsivas. El esquiador con tendencia psicótica es propenso a ser egocéntrico, insensible, e irresponsable, pero a su vez, competitivo y objetivo.
Podemos concluir que:
✅ Cada dimensión de la personalidad se conforma a su vez por diferentes rasgos.
✅ El esquiador con tendencia introvertida sería energizado o motivado por un mundo interior de pensamientos, sentimientos, y reflexiones. Posee poca autoconfianza, es antisocial, calmo, y pesimista.
✅ Aquél con tendencia extrovertida se relaciona con el mundo exterior, es activo, social, líder, y confidente.
✅Los extrovertidos prefieren la experimentación activa (hacedores) mientras que los introvertidos se inclinan por la observación reflexiva (observadores).
✅Dentro de la esfera del neuroticismo se encuentra la timidez, ansiedad, preocupación, tristeza, miedo, culpa, vergüenza, y el mal humor.
✅El psicoticismo se caracteriza por la impulsividad, crueldad, hostilidad, frialdad, egocentrismo, y falta de empatía.
En la siguiente oportunidad vamos a hablar sobre dos rasgos de la personalidad muy marcados que encontramos en las pistas: el rasgo acelerado y el rasgo pausado.
¡Hasta la próxima!
