Pero el anuncio no era erróneo, ya que las temperaturas bajaron en picado y dejaron precipitaciones en forma de nieve en las pistas de la estación durante este pasado fin de semana.
La estación no se replantea, evidentemente, la reapertura para el esquí de verano, pero se esperaba la visita de unos cuantos aventureros de la nieve, para celebrar de la mejor manera, el día más largo del año en Escocia en el que la luz del sol permanece casi 24 horas sobre el cielo.