Rossignol ya tiene nuevo propietario
Si la venta se ha hecho a Chartreuse & Mont Blanc, una empresa creada especialmente para hacerse cargo de los activos de Rossignol, la financiación es prácticamente extranjera. En primer lugar la empresa australiana Macquarie, conocida por sus inversiones en el sector de la infraestuctura. Esta empresa ha sido apoyada por accionistas minoritarios y por el grupo norteamericano Jarden Corporation, que no tendrán derecho a voto.
La entidad, que seguirá unida a Skis Dynastar, fijaciones Look y botas Lange, será dirigida por Bruno Cercley, que entrará por la puerta grande en Rossignol, ya que antes de su venta en 2005, ocupaba el cargo de Director ejecutivo y Presidente de la Junta Directiva. Mientras tanto ha estado dirigiendo la empresa Coleman, una empresa de outdoor con mercados en Africa, Europa y Oriente Medio, y la abandonó recientemente para dedicarse en pleno a la adquisición de Rossignol.
El nuevo Director tiene intención de fortalecer la empresa y volver a situarla en el lugar que estaba antes de la crisis, a pesar de un entorno actual de crisis, reforzando lo que es su negocio tradicional: la fabricación de esquís, tablas de snowboard, botas y fijaciones, a los que apoyará una linea de textiles.
Durante todo el invierno han sido dos nombres los que han circulado para dirigir esta nueva aventura, el de Bruno Cercley y el de Laurent Boix-Vives, familiar de los fundadores de la empresa. Un tercer nombre aunque con menos fuerza ha sido el de Bernard Mariette, presidente de Quicksilver hasta febrero e impulsor de la compra de Rossignol.